Jimmy Fernando Reyes D. OD – MSc Docente Universidad de La Salle Editor del Área de Lentes Oftálmicos

Durante los últimos años un alto número de personas presentan enfermedades de la superficie ocular, con diferentes etiologías, síntomas y hallazgos clínicos que habitualmente están relacionados con inflamación, déficit de la lágrima por disminución de su producción y/o su evaporación y habitualmente una marcada fotofobia, todo lo anterior limita en un alto porcentaje las actividades realizadas por quien padece dichas patologías. Una vez diagnosticados los casos de consulta, habitualmente estos pacientes son tratados de manera farmacéutica con sustitutos lagrimales, antihistamínicos, antinflamatorios (AINES o esteroideos), que son una gran ayuda, pero en realidad ninguno de ellos puede mejorar el problema de la molestia generada por la luz. Aquí los optómetras entramos a complementar el tratamiento con el uso y la prescripción adecuada de tratamientos ópticos.

Dentro de las características ópticas que presentan los diferentes materiales que existen para fabricar lentes oftálmicos, se encuentra la transmisión o transmitancia de la luz, correspondiendo al porcentaje de radiación que llega al ojo después de atravesar dicho medio transparente. En los bajos índices de refracción corresponde al 92%, en los medianos índices al 90% y en los altos índices a un 84%. En todos los casos, un porcentaje alto, si el paciente presenta la fotofobia marcada que es generada por un problema o enfermedad de la superficie ocular.

El apoyo que se puede brindar desde el punto de vista óptico al tratamiento con los medicamentos prescritos es un par de lentes con la corrección que necesite el paciente, adicionándoles un tratamiento como la tinción (color), lentes fotosensibles o polarizados. Para la primera opción es importante conocer a que categoría pertenece la tonalidad que presenta el lente (recordar que van de 0 a 4), dependiendo de la misma, la transmitancia que se ofrece se encuentra entre un 3% y un 75%, ayuda suficiente para disminuir el grado de fotofobia reportado en la consulta.

En el caso de los lentes con tratamiento fotosensible, teniendo en cuenta las tecnologías que actualmente hay en el mercado, pueden llegar a oscurecer en el momento de encontrarse activados entre un 85% y un 90% logrando transmitir al ojo entre un 15% y un 10% de radiación visible, valores que también pueden beneficiar al paciente que reporta molestia a la luz al presentar una patología de superficie ocular. Finalmente, un lente polarizado, por su tecnología de fabricación y organización de los rayos lumínicos que pasa a través de él, logra transmitir un 7% de luz, este tratamiento además de contrarrestar la fotofobia permite mejorar la estereopsis como valor agregado.

Es importante tener en cuenta como recomendación, que el tratamiento de un problema que afecte la superficie ocular, además de tener un componente farmacéutico, debe complementarse con un componente óptico, para la satisfacción y buen manejo de la persona que lo padezca.

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