El trabajo diario en el establecimiento óptico requiere de mucha atención para todos los que laboran en él, porque es necesario brindar un buen servicio, tener productos disponibles, estar pendientes de temas administrativos, entre otras cosas. Por esto, a veces se pasan desapercibidos detalles que pueden causar pérdidas e insatisfacciones en los trabajos ópticos.
Para evitar estos inconvenientes es importante tener un buen proceso de control de calidad. En este no solo se debe tener en cuenta la revisión de los trabajos ópticos cuando llegan del laboratorio, sino que debe empezar desde mucho antes.
- Revisión de prescripción
Tener claridad y estar seguros que la fórmula del paciente es la más acorde para él.
- Revisión del buen estado de la montura
Cuando la montura es nueva generalmente no hay muchos inconvenientes, pero cuando la trae el paciente se debe revisar si tiene partes oxidadas, tornillos desajustados, si es adecuada para ponerle lentes, entre otros.
- Toma de medidas del paciente con la montura puesta
Ojalá para todos los pacientes se tomara medidas como ángulo panorámico, ángulo pantoscópico y distancia al vértice, pero no se debe olvidar tomar la distancia nasopupilar y la altura focal. Es necesario recordar que algunos lentes, especialmente los de diseño progresivo, necesitan medidas especiales que se deben tener en cuenta.
- Revisión de los datos de la orden de trabajo
En el afán por enviar trabajos al laboratorio, a veces no quedan bien ingresados los datos de la prescripción, de la montura o hasta los datos del paciente, por eso revisarlos antes de entregarlos no está demás.
- Seguimiento de la orden de trabajo en el laboratorio
Es necesario tener en cuenta que los laboratorios ópticos manejan cientos de trabajos al día, así que no está demás llamar al laboratorio para saber en qué estado se encuentra el trabajo óptico enviado. Actualmente algunos laboratorios ofrecen plataformas tecnológicas que permiten hacer este seguimiento.
- Control de calidad de los trabajos cuando llegan del laboratorio
Aunque esto se hace frecuentemente en las ópticas, no debe pasarse por alto, verificar si es la prescripción enviada, el buen estado del lente y de la montura, son solo algunos aspectos.
- Revisión del trabajo antes de entregar al paciente
El lugar donde se guarden los trabajos debe tener un espacio adecuado para que los trabajos ópticos no sufran ningún daño. Quien va a hacer la entrega debe verificar el buen estado del trabajo o al menos una revisión superficial del mismo antes de mostrarlo al paciente.
- Asegurarse de la buena adaptación del paciente
Converse con el paciente, pregúntele cómo se siente, haga las verificaciones respectivas según sea el caso.
- Seguimiento del paciente
Después de haber entregado el trabajo, unos días o unas semanas después comuníquese con el paciente o acuerden una cita para conocer cómo ha sido su proceso, las situaciones a mejorar y brindarle recomendaciones.
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