Una amenaza que ningún profesional de la salud debe dejar pasar

La actual pandemia por la enfermedad COVID-19, causada por el virus SARS-CoV-2, rápidamente se propagó en prácticamente todo el planeta, llegando a ser una amenaza para la salud de la población, y provocando cambios significativos en los sistemas de salud.1 

Sin quedarse atrás está la salud mental, algunos grupos humanos son más vulnerables que otros, para sufrir efectos psicosociales derivados de una pandemia como COVID-19. Los niños se encuentran en un período crítico de desarrollo; tanto niños como adolescentes, merecen un trato y cuidados especiales, que permitan preservar y promover su salud mental. Factores de adaptación característicos de la pandemia, son predisponentes para afectar el bienestar emocional de los niños; por ejemplo, la modificación drástica de sus rutinas diarias, consistentes en la supresión a veces total de las clases en los centros educativos, trasladándolos sin avisar a los hogares, para tomar clases virtuales, y el ejercicio físico reducido o cancelado. 

Aunque la presencia y el apoyo de los padres en la casa ayuda a los niños a sobrellevar la nueva rutina, el aislamiento, y el tiempo significativo de contacto, puede imponer episodios de fricción. Desafortunadamente no todos los hogares son seguros, y algunos niños pueden estar en riesgo de experimentar diferentes tipos de abuso. Aunque el tiempo frente a los dispositivos electrónicos puede relajar a los infantes durante la cuarentena, la falta de supervisión en algunos casos, y el acceso a internet, aumenta la vulnerabilidad para los depredadores en línea, los intentos de robo y fraude, el acceso a contenido web inapropiado, etc. En el caso de los adolescentes, se pueden experimentar situaciones de frustración al no poder salir, experimentar problemas con el rendimiento escolar, y comportamientos de agitación o agresión. En términos generales, dependiendo del estado del desarrollo del niño o adolescente, se establecerá el grado de estrés, depresión o ansiedad, y en tiempos de regreso progresivo a actividades rutinarias, puede estar acompañado de síntomas postraumáticos.1,2

Araújo et al 2020, publicó un reporte acerca del impacto que produciría la COVID-19 en el desarrollo y crecimiento de los niños. Este estudio estableció que, existen amenazas para los niños derivadas del aislamiento, riesgo de enfermedad, aumento del estrés de padres y cuidadores, llevando al niño a una experiencia adversa infantil (EAI), la cual puede producir estrés tóxico, con el potencial de generar disminución en el desarrollo cerebral, y afectar la salud individual y colectiva, que, a largo plazo, impactaría de forma permanente la cognición, la salud física y mental, y las capacidades laborales del futuro adulto. Lo anterior destaca la importancia del apoyo que reciben los niños y adolescentes durante las EAI, así se evitaría que el estrés tolerable se transforme en tóxico. Un sistema sólido de apoyo por parte de los adultos, generará en el niño y adolescente sentimientos de seguridad y afecto, que hacen que el cuerpo se reorganice bioquímicamente, para recuperar los niveles fisiológicos óptimos sin secuelas. Pero, en el caso contrario, el cuerpo somatiza fallando, costándole trabajo llegar a niveles basales, afectando sistemas como el nervioso y cardiovascular, anexando consecuencias graves como la pérdida de conexiones cerebrales, por este mismo estrés tóxico.3

Loades et al 2020, realizó una revisión sistemática para determinar el impacto del aislamiento y soledad en niños y adolescentes, por las medidas adoptadas para el control de la COVID-19. Como era de esperarse, se encontró una asociación robusta entre la soledad y problemas en la salud mental, incluso se habló de impactos en el estado mental de los niños y adolescentes hasta nueve años después de los episodios de aislamiento más fuertes. La depresión, por lo tanto, fue la consecuencia con presentación más fuerte. Se pudieron establecer diferencias entre niñas y niños; las niñas, se relacionaron con mayores estados depresivos, y los niños, con niveles elevados de ansiedad social. También se encontró asociación directa entre el tiempo del aislamiento, y la predicción de alteraciones en la salud mental. 

Los autores recalcan que, en reportes anteriores de otras pandemias, se manifestó que las cuarentenas tenían cinco veces más probabilidad de que los niños requirieran los servicios de salud mental, por altos niveles de estrés postraumático, COVID-19, no sería la excepción. Es por esta razón que se debe prestar atención y seguimiento a niños y adolescentes cuyos síntomas como miedo a la pandemia, irritabilidad, apego, y distracción entre otros, estén presentes.4

Conclusión 

Es deber de todos los profesionales de la salud, incluyendo la salud visual, indagar sobre síntomas de alteración de salud mental en los pacientes pediátricos, ya que las consecuencias que se puedan generar por la pandemia de COVID-19 en niños y adultos, se reducirán, a través de un manejo interdisciplinario, brindando asesoría, información y orientación a los padres, y una conducta oportuna y adecuada hacia el niño y adolescente.

Referencias

1. Marques D, Miranda D, Athanasio S, Cecília A, Oliveira S, Simoes-e-silva AC. How is COVID-19 pandemic impacting mental health of children and adolescents? Int J Disaster Risk Reduct [Internet]. 2020;51(January):1–8. Available from: http://www.elsevier.com/locate/ijdrr%0AReview

2. Duan L, Shao X, Wang Y, Huang Y, Miao J, Yang X. An investigation of mental health status of children and adolescents in china during the outbreak of COVID-19. J Affect Disord [Internet]. 2020;275(January):112–8. Available from: www.elsevier.com/locate/jad%0AResearch

3. Araújo LA de, Veloso CF, Souza M de C, Azevedo JMC de, Tarro G. The potential impact of the COVID-19 pandemic on child growth and development: a systematic review. J Pediatr (Rio J) [Internet]. 2020;(January). Available from: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/ 4.0/4. Loades ME, Chatburn E, Higson-Sweeney N, Reynolds S, Shafran R, Brigden A, et al. Rapid Systematic Review: The Impact of Social Isolation and Loneliness on the Mental Health of Children and Adolescents in the Context of COVID-19. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 2020;59(11):1218–39.

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