La es una enfermedad que concierne en alto grado a las autoridades de salud pública, ya que desafortunadamente, su frecuencia se ve en aumento en muchos países del mundo. De hecho, se afirma que para el 2030, esta patología alcanzará al 50.7 % de la población en EUA y asimismo en Europa y Asia se describe que ha crecido de manera exponencial en la última década. En términos clínicos, se identifica como paciente obeso, aquel que posee un (IMC) ≥ 30 kg/m2, debido a la acumulación excesiva de tejido adiposo en todo el cuerpo. Es importante reconocer que se asocia la obesidad con una gran influencia de ser factor de riesgo para enfermedades como la diabetes, enfermedad coronaria, hipertensión, enfermedad isquémica cardiaca, Alzheimer, accidente cerebrovascular, entre otras. Todo lo anterior, sucede porque la obesidad conlleva a alteraciones en la regulación metabólica, estrés inflamatorio y degeneración neuronal. (1,2,3)

Debido al importante compromiso en la salud humana que genera la obesidad, es importante establecer el grado de afectación de esta patología en la salud ocular. Al respecto, Chen et al., 2021, reportaron un estudio cuyo objetivo fue analizar el riesgo de desarrollar (GAA) en una población adulta con obesidad en un país asiático. El estudio mostró que los adultos con obesidad tienen una mayor incidencia acumulada de GAA, en un seguimiento de 13 años, constituyéndose en un factor de riesgo potencial para desarrollar esta patología. Al respecto, la hipótesis de asociación es que el daño progresivo de las células ganglionares de la retina es promovido por la obesidad, debido al desequilibrio hormonal característico de la enfermedad. En este sentido, se ha observado que la disminución de la adiponectina y el aumento de la resistencia a la leptina, resultan en un aumento de la resistencia a la insulina, a un metabolismo disfuncional lipídico, al desarrollo de aterosclerosis y a la activación de citoquinas proinflamatorias con el correspondiente . La sumativa de los eventos anteriores, produce una hipoperfusión vascular e inflamación crónica de las células ganglionares. Por otro lado, el GAA tiene una fuerte asociación con procesos neurodegenerativos tales como: la mala regulación del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por su sigla en inglés), fosforilación de la proteína tau y expresión excesiva del gen de la apolipoproteína E (APOE). Todas las anteriores vías de también se relacionan con la obesidad. (2)

En concordancia con lo anterior, Lin et al., 2022, investigaron acerca de la relación causal entre obesidad y glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA), con una metodología de aleatorización Mendeliana de dos muestras. El estudio mostró que el IMC, la medida de la circunferencia de la cintura y la circunferencia de la cadera, tienen efectos positivos para riesgo de GPAA. En cuanto al mecanismo fisiopatológico de esta asociación, los autores sugieren que el incremento desmedido de tejido adiposo, puede aumentar la presión de las venas esclerales y la viscosidad vascular; de tal manera que se aumenta la resistencia del flujo de salida de la sangre en estas venas y se produce una disminución de la perfusión sanguínea intraocular. Por otra parte, también se relaciona con los desórdenes hormonales mencionados anteriormente, con la adicional relación con el incremento de hormonas androgénicas que, en conjunto, proporcionan el daño oxidativo que también llega al sistema de drenaje del humor acuoso, específicamente en la malla trabecular, bloqueando la salida de este líquido, incrementando el riesgo de GPAA. (1)


En contraposición, Jung et al., 2019, realizaron un estudio con el objetivo de establecer la asociación entre obesidad, GPAO y el estatus metabólico del individuo. Como conclusión principal, se determinó que el estado metabólico de la persona es más relevante que la obesidad, porque no se evidenció relevancia de incidencia de GPAA en pacientes obesos con tendencia a un metabolismo normal. Si embargo, sigue encontrándose una correlación entre aquellos obesos con metabolismo irregular y GPAA. (4)


Continuando con el análisis en cuanto a obesidad y glaucoma, Ling y colaboradores (2020), realizaron una revisión sistemática de la literatura, con el fin de establecer la relación entre obesidad y el desarrollo de enfermedades oculares relacionadas con la edad, entre ellas, el glaucoma. Esta investigación encontró efectivamente una correlación entre glaucoma y obesidad; sin embargo, determinó que una medida relevante en el diagnóstico de la obesidad, como la circunferencia de la cintura, tuvo una mayor relación directa con glaucoma, que el índice de masa corporal en algunos estudios poblacionales. De aquí se determina que esta medida, se puede constituir en una variable más significativa como biomarcador que relacione el glaucoma con la obesidad. (5)


En resumen, se ha comprobado a través de evidencia científica la asociación entre la obesidad y el glaucoma. Por lo tanto, los profesionales de la salud visual tienen como función indagar más en la evaluación ocular de estos pacientes, en cuanto a tamizaje para esta patología y en el trabajo integral con la atención en salud general. Ahora bien, en este caso, se enfocó el factor de riesgo hacia glaucoma, pero, también es claro que otras enfermedades oculares como la degeneración macular relacionada con la edad y la retinopatía diabética, están involucradas en los riesgos del paciente obeso, lo que requiere exámenes complementarios rigurosos para descartar patologías oculares relevantes relacionadas.

REFERENCIAS

  1. Lin Y, Zhu X, Luo W, Jiang B, Lin Q, Tang M, et al. The Causal Association Between Obesity and Primary Open-Angle Glaucoma: A Two-Sample Mendelian Randomization Study. Front Genet. 2022;13(April):1–8.
  2. Chen WD, Lai LJ, Lee KL, Chen TJ, Liu CY, Yang YH. Is obesity a risk or protective factor for open-angle glaucoma in adults? A two-database, asian, matched-cohort study. J Clin Med. 2021;10(17).
  3. Teberik K, Eski MT, Doğan S, Pehlivan M, Kaya M. Ocular abnormalities in morbid obesity. Arq Bras Oftalmol. 2019;82(1):6–11.
  4. Jung Y, Han K, Park HYL, Lee SH, Park CK. Metabolic health, obesity, and the risk of developing open-angle glaucoma: Metabolically healthy obese patients versus metabolically unhealthy but normal weight patients. Diabetes Metab J. 2019;43:414–25.
  5. Ng Yin Ling C, Lim SC, Jonas JB, Sabanayagam C. Obesity and risk of age-related eye diseases: a systematic review of prospective population-based studies. Int J Obes [Internet]. 2021;45(9):1863–85. Available from: http://dx.doi.org/10.1038/s41366-021-00829-y
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