Ella J. Rojas Llano, OD Editora del Área de Manejo del Talento Humano

Aunque ya pasó el mes de la Champions, echemos un vistazo a los equipos que se formaron, su evolución y desempeño, especialmente cuando llega un técnico determinado y comienza a formarlo. Muchos afirman que son las estrellas y el dinero quienes hacen el equipo. Y sí, hay jugadores estupendos y muy talentosos, pero también existen equipos con figuras muy costosas que no se terminan de armar. Porque para armar un equipo, aprovechar el potencial de cada jugador, inspirarlos para ser mejores y conseguir títulos recae en el técnico o cuerpo técnico. Ellos forman un equipo dentro del propio equipo.

Toda esta construcción del mejor equipo no solo se aplica al fútbol, sino que también puede aplicarse a nuestro lugar de trabajo. Se pueden tener los mejores profesionales, pero si no se les brinda la inspiración y ubicación adecuada para desarrollar su experticia y conocimientos, se desaprovecha su talento.

Lo mismo sucede con un buen asesor: si no se le da la oportunidad de crecer y dar todo su potencial, el equipo no va a alcanzar su máximo nivel de productividad. El líder del equipo de trabajo debe ser capaz de ubicar el centro, los laterales y la defensa en el campo, metafóricamente hablando, para que se vean los resultados. En ocasiones, hay que hacer cambios y moverlos, como ocurre con algunos jugadores que descubren que pueden rendir mejor en otra posición, o no se sienten cómodos en el lugar en el que están y no funcionan con el resto de los jugadores. Armar el equipo es un arte, y mantenerlos motivados, saber cuándo aplicar disciplina y desarrollar todo su talento es un prodigio.

El técnico es una pieza fundamental en el equipo, por lo tanto, es primordial elegir un líder no solo comprometido, sino que permita el flujo armonioso del equipo, que sea inspirador y que goce del aprecio y el respeto de todos. Sin embargo, esto no implica que deba poseer un conocimiento absoluto, sino más bien debe tener la comprensión y habilidad para manejar el negocio. Pero más allá de eso, debe poseer sabiduría, empatía y la capacidad de encontrar el potencial y ubicar los jugadores donde puedan despegar y crecer. Cuando los miembros del equipo crecen, el equipo en su conjunto también lo hace. Incluso, en una óptica pequeña con pocas personas, es importante permitir que un líder nato pueda dirigirlos, no siempre será el dueño o el profesional, ya que el liderazgo no se limita solo al conocimiento técnico, es una combinación escasa pero valiosa, entre lo técnico, lo humano y porque no, en ocasiones lo sobrenatural.

“Si ya no puedes motivar a tus jugadores como entrenador, sabes que ha llegado el momento de marcharse” Pep Guardiola.

Sin inspiración no puede haber buen liderazgo efectivo, es importante ver el impacto de muchos entrenadores como el de Pep Guardiola, Scaloni, Pekerman, Gallardo, entre muchos otros, en el desempeño de algunos jugadores. Muchos no serían lo que son hoy sin la cuota de inspiración que recibieron de estos entrenadores. Y para ti, ¿Qué tan inspirador es tu técnico?

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