La buena visión se asocia con la salud general. La misma ayuda a los niños a aprender y mejorar el rendimiento académico, cambia la vida de adultos y ancianos mejorando su calidad de vida y productividad, al tiempo que impacta favorablemente en nuestras economías.
Los errores refractivos no corregidos son la causa más común de discapacidad visual a nivel mundial. Estos incluyen el astigmatismo, la hipermetropía, la presbicia y la miopía. En los últimos años, ha existido una gran preocupación por la creciente prevalencia de la miopía debido a los cambios de estilo de vida y los factores ambientales, así como sobre el aumento de los problemas de salud ocular debido al envejecimiento de la población a nivel mundial. Esta preocupación no es para menos, ya que la discapacidad visual y la pérdida de visión conducen a un aumento de riesgo de mortalidad y afectan la salud mental y el bienestar de las personas.
SOLUCIONES E INTERVENCIONES EFECTIVAS
Muchos sabemos de la existencia de intervenciones efectivas para abordar las necesidades relacionadas con la corrección de los errores de refracción con soluciones innovadoras, rentables y asequibles, como los anteojos. También hay tratamientos de salud factibles e intervenciones disponibles que previenen la progresión de la miopía. Sin embargo, debemos reconocer la necesidad de crear un mayor acceso mediante la mejora de los sistemas de salud con una prestación más amplia de servicios que incluyan la atención visual primaria, especialmente en comunidades vulnerables y remotas donde la mayoría de la población no puede acceder a los servicios en entornos urbanos.
Es fundamental, reconocer la importancia de la sensibilización y la educación para prevenir y detectar problemas de visión en una etapa temprana con calidad a la atención y tratamientos adecuados que puedan contener el progreso y revertir la tendencia creciente del número de casos estimados para el 2050, no tan solo de prevalencia de miopía, sino también en otros problemas de visión significativos que podrían conducir a la ceguera.
Visión Global: Alianzas para cumplir las metas
Es por ello que debemos apuntar a cumplir con los objetivos globales establecidos durante la 74ª Asamblea Mundial de Salud en el año 2021 para la cobertura efectiva de los errores de refracción cuando los estados miembros o gobiernos se comprometieron y respaldaron estos objetivos globales para mejorar la atención visual en las personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “el logro de estos objetivos requiere de los esfuerzos combinados y proactivos de todas las partes interesadas, incluidos los gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones internacionales, las organizaciones intergubernamentales y la Secretaría de la OMS, que trabajan juntos de manera innovadora para abordar las necesidades de atención visual de la población”.
La creación de acceso a la salud visual y ocular también garantiza que el compromiso asumido por los mismos en la 75º Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la resolución de la visión: Visión para todos: acelerar la acción para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se logre con éxito para el 2030. Los retrocesos en el progreso de los ODS son reales debido a la pandemia de COVID-19 y es preocupante que los avances y progreso se estancaron principalmente en torno a los indicadores sociales y de salud. Todos los actores y partes interesadas, incluidos los gobiernos, las instituciones financieras internacionales, el sector privado y las organizaciones con razón social, debemos trabajar unidos para apoyar que la atención visual sea más accesible para todos especialmente en los países de ingresos bajos y medios, donde el 90 % de la población vive sin acceso a servicios de atención visual. Solo de esta forma lograremos tener un impacto social global amplio y positivo y ayudando a las personas a ver más y ser más contribuyendo así a reducir la carga global para eliminar la mala visión no corregida en todo el mundo.
Autor:
Judith Williams
Jefe de Abogacía y Alianzas, Américas
