Introducción

La viruela símica es una enfermedad reemergente causada por un virus perteneciente al género Orthopox. Tradicionalmente, se ha reconocido como una zoonosis endémica en África; se descubrió por primera vez en Dinamarca en 1958 en monos destinados a la investigación, de ahí su nombre. (1)

A partir de mayo de 2022, el virus comenzó a propagarse hacIa otros continentes, lo que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar el brote mundial de viruela símica como una emergencia de salud pública de importancia internacional el 23 de julio de 2022.

Su propagación se realiza a través del estrecho contacto con lesiones cutáneas infecciosas de personas infectadas. Esto ocurre mediante el contacto físico directo como tocar, besar o mantener relaciones sexuales con alguien que tenga la enfermedad. Además, el contacto con animales infectados ya sea a través de la caza, despiece o preparación culinaria. Se ha observado que las mujeres embarazadas pueden transmitir el virus al feto.

El primer caso humano de viruela símica se notificó en la República Democrática del Congo en 1970 en un niño de 9 meses. A pesar de los esfuerzos de investigación, actualmente se desconoce el reservorio natural del virus, aunque se han identificado varios mamíferos pequeños que podrían ser vulnerables, como ardillas y monos.

Desde el 1 de enero de 2022 hasta el 27 de septiembre de 2023, se han notificado a la OMS un total de 90.465 casos confirmados por laboratorio y 663 casos probables, incluidas 157 muertes. Los países más afectados a nivel mundial son: Estados Unidos (n = 30.610), Brasil (n = 10.967), España (n = 7.580), Francia (n = 4.154), Colombia (n = 4.090), México (n = 4.061) y Perú (n = 3.812). (2)

Los pacientes son contagiosos hasta que todas sus lesiones hayan cicatrizado, y se ha observado que el riesgo de enfermedad grave y muerte aumenta en pacientes inmunodeprimidos. (3)

En algunos países se ha utilizado el antiviral Tecovirimat (TPOXX®) como tratamiento en casos especiales, este antiviral fue aprobado por la FDA en 2018 para tratar la viruela común, aunque no existen datos sólidos que respalden su seguridad o eficacia en el tratamiento de la viruela símica.4 Actualmente, existen dos vacunas autorizadas para prevenir la viruela símica, que se comercializan en Europa con la marca IMVANEX® y en Estados Unidos como JYNNEOS®.

Caso clínico

Se trata de un paciente de sexo masculino de 28 años, originario de Pereira, Colombia, que acudió a consulta de optometría en octubre de 2022.

Motivo de consulta: “me salieron unas ronchas en los párpados”.

Examen: presenta máculas y pápulas en región perianal con adenopatías inguinales y aparición de múltiples lesiones similares en párpados (Figura 1. A/E), nariz, boca, tronco, extremidades superiores e inferiores. El paciente es seropositivo para la infección por VIH desde 2018 con régimen de terapia antirretroviral (TAR). En julio de 2022 desarrolló tuberculosis diseminada e histoplasmosis como infecciones oportunistas. El optómetra solicitó la confirmación de viruela símica mediante test de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para ADN de orthopoxvirus, con resultados positivos para la cepa MPX África Occidental en el Laboratorio Nacional de Referencia del INS, Bogotá. Debido a la urgencia del caso, se realizó interconsulta por telemedicina con el departamento de oftalmología de la Universidad Nacional de Colombia. Durante la segunda consulta se evidenció una conjuntivitis folicular bilateral y secreción mucosa sin queratitis, la agudeza visual sin corrección (AVSC) 20/20 AO y no encontraron hallazgos inflamatorios en la cámara anterior, ni alteraciones en el fondo de ojo (Figura 1. B/F).

Tratamiento y evolución

Se prescribió hialuronato de sodio al 0,4 %, loteprednol al 0,5 % y ciclo corto de azitromicina tópica al 1,5 %. Además, se indicó hospitalización con suministro de aciclovir sistémico y ganciclovir tópico hasta completar 14 días. Para permitir un seguimiento adecuado del paciente, se procedió a inmunizar al optómetra con JYNNEOS®.

Durante la tercera semana de tratamiento el paciente presentó pápulas umbilicadas y lesiones pustulosas en el margen de los párpados superiores. Estas lesiones continuaron aumentando en tamaño y diseminándose de forma serpiginosa. Se mantuvo la lubricación ocular intensiva y se añadió AINE sistémico. Las lesiones cutáneas evolucionaron de costras a áreas eritematosas con hiperpigmentación local (Figura 1. C/G). Las lesiones palpebrales se resolvieron a la cuarta semana después del inicio de los síntomas oculares (Figura 1. D/H) y se dio de alta al paciente.

 

Discusión

Los hallazgos patológicos a nivel ocular han desempeñado un papel crucial en la detección temprana de nuevas epidemias, como en el primer caso de COVID-19 que fue identificado por un oftalmólogo chino. La viruela símica y su compromiso oftálmico plantea un desafío tanto en término de diagnóstico como de manejo clínico para optómetras, especialmente en las etapas iniciales, debido a la presencia de lesiones que comprometen las conjuntivas, la córnea y la región periorbitaria. Estas lesiones pueden ser similares a las causadas por la varicela zóster y otras infecciones víricas.5 Esto se ve agravado por la falta de conocimiento en técnicas de diagnóstico ocular, como la PCR.

Conclusión

En situaciones de zoonosis víricas como la viruela símica, la sinergia profesional entre optómetras y oftalmólogos desempaña un papel fundamental en el diagnóstico, manejo y seguimiento oportuno de enfermedades infecciosas. Esta colaboración aumenta la probabilidad de éxito del tratamiento y contribuye a reducir el impacto negativo en la salud pública.

Referencias

1. Sun, Y., Chen, J., Liu, M., Zhang, Y., Wang, T., Che, T., Li, T., Liu, Y., Teng, A., Wu, B., Hong, X., Xu, Q., Lv, C., Jiang, B., Liu, W., & Fang, L. (2023). Mapping global zoonotic niche and interregional transmission Risk of monkeypox: A Retrospective observational study. Globalization and Health19(1). https://doi.org/10.1186/s12992-023-00959-0 

2. 2022-23 mpox (monkeypox) outbreak: Global Trends. (2023, 27 septiembre). World Health Organization. Recuperado 28 de septiembre de 2023, de https://worldhealthorg.shinyapps.io/mpx_global/  

3. De Oliveira-Júnior, J. M., Tenório, M. D. L., Caduda, S. D. S., Santana, R. R. R., & Martins-Filho, P. R. (2022). Reasons for hospitalization of patients with monkeypox: a quantitative evidence synthesis. Infection51(3), 789-791. https://doi.org/10.1007/s15010-022-01937-1  

4. Raccagni, A. R., Leoni, D., Ciccullo, A., Verdenelli, S., Cattelan, A. M., Di Giambenedetto, S., Falcone, M., Mileto, D., Castagna, A., & Nozza, S. (2023). Rapid improvement of severe MPoX lesions with oral tecovirimat. Journal of Medical Virology95(6). https://doi.org/10.1002/jmv.28825  

5. Damavandi, A. R., Semnani, F., & Hassanpour, K. (2022). A review of Monkeypox ocular manifestations and complications: Insights for the 2022 outbreak. Ophthalmology and therapy12(1), 55-69. https://doi.org/10.1007/s40123-022-00626-4 

Víctor David Ayala Rivera, OD. especialista en gerencia en seguridad y salud en el trabajo, magíster en técnicas de investigación y diagnóstico en ciencias de la visión, candidato a doctor en ciencias de la visión, laboratorio de neurofisiología visual, unidad de fisiología, facultad de medicina, universidad de Alcalá, Madrid, España.

Fabio Daniel Padilla-Pantoja, Oftalmólogo. departamento de cirugía, unidad de oftalmología, facultad de medicina, universidad nacional de Colombia, Bogotá, Colombia. Fellow en oculoplástica de la Universidad de Valladolid, España.

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