Hace poco tuve la oportunidad de compartir un espacio académico con colegas de la agradable región del Quindío; entre academia y buen café, tocamos uno de los temas que. a nivel mundial, son considerados de mayor importancia dentro de la atención en salud visual, pero que no se trata en congresos y seminarios de optometría con el protagonismo que debería tener: el Glaucoma.
Esta enfermedad, por sus características, complejidad y consecuencias para la visión debe ser manejada por oftalmología; sin embargo, el papel que desempeña el optómetra es fundamental en las primeras fases, aquellas donde la patología aún no ha generado secuelas significativas a nivel estructural o a nivel funcional.
En una primera instancia, sabemos que es importante en la consulta centrarnos en aspectos que constituyen factores de riesgo tales como la edad, la raza, enfermedades sistémicas, entre otros, pero ¿Realmente sabemos por qué son factores de riesgo? Les daré un ejemplo y espero que surja el impulso de leer un poco más al respecto con la rigurosidad académica que ustedes, mis apreciados lectores, los identifica.

Si recordamos los conceptos de fisiología ocular, la vía de eliminación del humor acuoso principalmente se da por la malla trabecular, esta a su vez, posee tres porciones: uveal, corneoescleral y finalmente la yuxta-canalicular, cada una con particularidades que sustentan su papel en el análisis fisiopatológico de uno de los tipos de glaucoma, el primario de ángulo abierto (GPAA). Por ejemplo, la porción corneoescleral posee una cantidad importante de núcleos de colágeno, lo que la hace susceptible a sufrir cambios por la edad, en otras palabras, es la estructura que más se afecta en pacientes mayores de 60 años, por tanto, todos nuestros usuarios de esa edad deben ser considerados como personas en riesgo de desarrollar GPAA.
Otro punto importante es la ocupación del paciente, si es un deportista activo o si practica ciertas posiciones de yoga, tiene posibilidades de presentar picos de elevación de la presión intraocular dada su relación inversamente proporcional con la presión arterial. ¿Alguna vez ha considerado o indagado sobre los hobbies de los pacientes con la finalidad de hacer una correlación con su condición ocular?
Como ven, no abordé temas de pruebas clínicas que son muy bien manejados por ustedes, el mensaje acá es ver el entorno del paciente para lograr tener un contexto más amplio de las posibilidades de presentar la enfermedad o de que el paciente pueda generar un incremento de sus signos por alguna actividad que realice. Son algunos ejemplos, pero existen muchos que nos llevan a ver esta patología desde un perspectiva “más allá de lo evidente”.

Andrés Solórzano Bernal F. O.D.
Docente Área Andina, Pereira
Editor Área Superficie Ocular
Open chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte ?