Como es bien sabido, la ortoqueratología (OK) es un proceso o tratamiento mediante el cual, de manera controlada y programada, se pretende remodelar la forma de la superficie anterior de la córnea, a través del uso de lentes de contacto rígidos con diseño especial para tal fin. En la actualidad, la aplicación de OK está ampliamente aprobada y estudiada para el manejo de miopías hasta -6.00D, y astigmatismos hasta -1.75D, aunque estos valores pueden cambiar dependiendo del diseño específico de cada fabricante. De hecho, ya se popularizó el uso de OK para el control de la miopía, con un lugar importante en efectividad. Lo importante es el principio básico de uso de los lentes durante la noche, para que se produzca un efecto corrector de manera temporal. (1)
Dejando a un lado el protagonismo de la miopía, es preciso preguntarse en esta instancia si es aplicable para otro estado refractivo como la hipermetropía, puesto que también requiere diferentes criterios de corrección, y genera otras alteraciones en la función visual y en la binocularidad de quien la padece. En este aspecto, el documento CLEAR para OK (reportes académicos sobre lentes de contacto basados en la evidencia) en 2021, afirma que en la actualidad no existen diseños de lentes completamente aprobados para realizar OK en hipermetropía; por otro lado, también indica que los estudios desarrollados en este aspecto no han demostrado efectividad comprobada y sus resultados no son constantes, ni predecibles, como sucede en el caso de la miopía.
Lo que se conoce hasta el momento, es que la realización de OK para hipermetropía se basaría en la inducción de un mayor encurvamiento central de la córnea anterior, rodeada por un anillo de aplanamiento en la región de la media periferia. (1)
La intención del encurvamiento central, es generar un mayor poder refractivo de la córnea, el cual corregiría la hipermetropía. Lo que se ha proyectado es que, en casos de hipermetropías leves, de aproximadamente +1.50D, generaría un cambio significativo en la primera noche de uso, alcanzando el blanco terapéutico por así decirlo, en la séptima noche de uso consecutivo.
Sin embargo, se ha discutido acerca de la zona de tratamiento, que en este caso es de menor diámetro, comparado con la miopía, lo que ha desembocado en resultados variables en pruebas preliminares. Lo que se ha observado, es una alta tasa de regresión de la forma de la córnea durante el día. Se cree entonces que la OK para hipermetropía es el resultado de fuerzas de compresión en el área paracentral, acompañadas de fuerzas de succión central, moldeando la forma de la córnea, a la forma de la cara posterior del lente de contacto, donde las fuerzas hidráulicas tendrían un menor papel. (1)
Entre las investigaciones más recientes de OK en hipermetropía, se destaca el trabajo de Sánchez-García, Batres-Valderas y Piñero (2019); en donde, a través de una prueba piloto, evalúan el desempeño de un nuevo diseño propuesto por los autores para este objetivo. Las características del lente probado en términos generales son: diseño asférico pentacurvo con una zona óptica de diámetro 6 mm, una zona de toque o contacto paracentral denominada “rodilla”, una curva subsiguiente de “retorno”, una zona periférica de alineamiento, y una región de levantamiento de borde. El material de fabricación es fluoroacrilato de silicona con Dk aproximado de 100 unidades Barrer. Adicionalmente, es importante tener en cuenta que el cálculo del poder se hizo bajo el equivalente esférico, y la curvatura base se calculó teniendo en cuenta la curvatura corneal promedio. (2) Ver figura 1.
En los cuatro pacientes hipermétropes seleccionados, el tratamiento de OK se realizó con seguimiento a 1 mes de la adaptación. Los resultados más relevantes muestran cambios estadísticamente significativos a la semana de adaptación, en cuanto a los siguientes parámetros: aumento de la asfericidad prolata de la córnea, representada en valores Q más negativos, aumento de la curvatura queratométrica central, y aumento de la aberración corneal esférica. Sin embargo, no se observó una diferencia significativamente apreciable en la agudeza visual no corregida, con la agudeza visual emanada del tratamiento.
Pese a lo anterior, se pudo observar una reducción significativa del equivalente esférico original del paciente. Un dato importante, es que en un paciente presentó tinción corneal superficial, la cual se resolvió de manera espontánea. Otro hallazgo relevante, fue que los lentes generaron un patrón topográfico al que denominaron parecido a la “tiroides” o “tiroideo”, en algunos pacientes, que generó una agudeza visual insatisfactoria. Para corregir este efecto, se redujo el diámetro del lente, eliminando el inconveniente, y continuando con el tratamiento. Esta prueba piloto según los autores es positiva, y abre la puerta hacia el camino del protocolo de adaptación de OK en hipermetropía. Evidentemente, se requiere una muestra mayor, que represente resultados más robustos que esta prueba inicial. (2) Ver figura 2.
La evidencia aún no muestra resultados concluyentes acerca de la efectividad y pertinencia de la OK en hipermetropía; sin embargo, los estudios que se han descrito han inspirado el camino para hacer más pruebas, para determinar de esta manera la viabilidad de este procedimiento en el futuro.
Referencias
1. Vincent SJ, Cho P, Chan KY, Fadel D, Ghorbani-Mojarrad N, González-Méijome JM, et al. CLEAR – Orthokeratology. Contact Lens Anterior Eye. 2021;44(2):240–69.
2. Sánchez-García A, Batres-Valderas L, Piñero DP. Orthokeratology with a New Contact Lens Design in Hyperopia: A Pilot Study. Eye Contact Lens. 2019;46(3):E17–23.