El herpes ya no es solo una enfermedad de personas mayores. Casi una de cada tres personas en Estados Unidos desarrollará herpes zoster (culebrilla) y la mayoría de los casos se presentan en personas desde los 50 años. Algunos sufrirán una complicación extremadamente dolorosa y desfigurante llamada herpes zoster oftálmico que puede causar ceguera. A pesar de que una vacuna efectiva está disponible, muchos continúan sin vacunarse. La Academia Americana de Oftalmología ahora recomienda que las personas de 50 años o más reciban la vacuna contra la culebrilla, 10 años más jóvenes que un consejo anterior, que era desde los 60 años.

Los primeros síntomas son dolor, rasquiña y hormigueo en la piel. El enrojecimiento y el entumecimiento provocan una erupción. Las ampollas se abren y forman costras. Aunque las ampollas y las costras pueden durar algunas semanas, el dolor puede durar mucho más, especialmente en pacientes mayores de 65 años o más. Si bien el dolor por lo general se resuelve en unas pocas semanas o meses, puede ser grave y debilitante. Para algunos pacientes, el dolor dura muchos años e interfiere con la vida diaria.

Si el virus infecta los nervios del ojo, puede conducir a:

Erupción en los párpados; infecciones oculares; ojo rojo; infección e inflamación de la córnea; ojo seco; visión borrosa y sensibilidad a la luz brillante; dolor e hinchazón dentro del ojo; edema del nervio óptico y perforación de la córnea tan grave que requiere un trasplante de córnea.

 

COMPLICACIONES OCULARES

Las complicaciones del herpes zoster oftálmico se manifiestan en forma de afecciones de las diversas estructuras oculares, pudiendo llegar incluso a una pérdida completa de la visión.

Usualmente pueden quedar afectados los párpados con una ptosis a consecuencia de una fibrosis cicatricial, la conjuntiva con una conjuntivitis que se manifiesta asociada a vesículas del borde palpebral, y la esclerótica. En este caso pueden producirse epiescleritis y escleritis aunque estas no son frecuentes.

También puede quedar afectada la córnea con una queratitis epitelial puntiforme, que se presenta en el 50% de los pacientes a los 2 días de la erupción, o una queratitis dendrítica (a los 4-6 días de la erupción) caracterizada por una lesión en forma de estrella. A las 1-2 semanas puede aparecer una queratitis numular con finos infiltrados debajo de la superficie de la córnea. La queratitis disciforme se produce en el 5% de los casos a las 3 semanas después de la erupción. La queratitis neurotrófica caracterizada por erosiones y úlceras corneales se presenta al cabo de uno a varios meses y puede dar lugar a infecciones graves que pueden conducir, en último término, a perforaciones. Finalmente, la queratitis con placas de mucina se presente en el 5% de los casos, generalmente entre el 1º y 3º mes. Se caracteriza por la aparición de mucosidades sobre la córnea, bajo la conjuntiva tarsal, que tiñen de rojo de bengala.

Cuando es afectada la cámara anterior puede aparecer uveítis con inflamación y cicatrices en el iris que pueden conducir a glaucoma y cataratas. Estas lesiones aparecen entre las 2 semanas y los 2 años después de la erupción.

Dianna L. Seldomridge, M.D., portavoz clínico de la Academia Americana de Oftalmología. La vacuna es segura y efectiva. Las consecuencias para la salud de no vacunarse son importantes, al igual que los costos económicos.

 

ACERCA DEL VIRUS

El virus del herpes zóster es el mismo virus que causa la varicela. Más del 95 por ciento de las personas nacidas en los Estados Unidos que son mayores de 40 años han tenido varicela. El virus permanece en el cuerpo y puede reactivarse como culebrilla muchos años después. Esto puede deberse al proceso natural de envejecimiento de su cuerpo. O puede deberse a algo que debilite el sistema inmunológico.

No está claro por qué el riesgo ha aumentado en casi un 70 por ciento en los últimos 15 años. Pero está claro que el herpes ya no es solo la enfermedad de una persona mayor. La investigación muestra que el riesgo aumenta después de los 40 años y se incrementa bruscamente a los 50 años.

Infortunadamente, solo el 33.4 por ciento de las personas elegibles de 60 años o más están vacunadas, y aproximadamente el 5 por ciento de las personas de 50 a 59 años, según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC).

El CDC recomienda que los adultos sanos de 50 años en adelante reciban dos dosis de la vacuna contra la culebrilla llamada Shingrix, con una diferencia de entre dos y seis meses. Un médico o un farmacéutico pueden administrar la vacuna en forma de inyección en la parte superior del brazo. El CDC también recomienda vacunar incluso si se ha tenido herpes zoster en el pasado, no se está seguro si ha tenido varicela o si ha recibió una vacuna contra el herpes zóster llamada Zostavax. No hay edad máxima para obtener Shingrix.

Encuentre más información sobre el herpes zoster y los ojos en el sitio web de EyeSmartde la Academia America de Oftalmología.

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