En los últimos años, es evidente que tanto la comunidad médica como el público se preocupan cada vez más por las lesiones cerebrales traumáticas, incluidas las lesiones o conmociones cerebrales relacionadas con el deporte. Como resultado, los especialistas de la visión ven con más frecuencia pacientes en los cuales sospechan que una lesión ha provocado muchos de sus síntomas visuales, que incluyen visión borrosa, visión doble, dificultad para leer o ver su dispositivo electrónico, problemas con el equilibrio y el movimiento, desorientación en entornos ocupados, y mareos.
Muchos pacientes ingresan para recibir atención y, a menudo, reciben servicios integrales de terapia de rehabilitación, que incluyen terapia ocupacional, física, del habla y cognitiva. Con frecuencia durante sus terapias, muchos de estos pacientes informan tener síntomas persistentes de dificultades de equilibrio y mareos. Como resultado, los pacientes son remitidos al profesional de la visión para un examen de la visión. Por lo tanto, es importante que se familiaricen con las diversas causas del mareo y comprendan la relación entre los sistemas visual, vestibular y somatosensorial. Al hacer las preguntas correctas durante el historial del caso, puede evaluar y tratar eficazmente a estos pacientes.
¿QUÉ CONSIDERACIONES Y PREGUNTAS HAY QUE HACER?
El mareo es una forma de discapacidad física donde la percepción espacial y la estabilidad de una persona se ven comprometidas. A menudo se informa cuando existe un sentido espacial anormal, que comúnmente se asocia con lesiones cerebrales y derrames cerebrales, este último frecuentemente contribuye a la sensación de falta de equilibrio y cambios visoespaciales.
Las siguientes son causas comunes a considerar cuando un paciente se queja de mareos:
1. Vértigo.
2. Efectos secundarios de ciertos medicamentos (anticonvulsivos y antidepresivos).
3. Anemia
4. Hipotensión.
5. Hipoglucemia.
6. Migrañas.
7. Cambios hormonales.
8. Embarazo.
9. Enfermedad por movimiento (vehículos automotores, barcos, aviones).
10. Ataque de pánico.
11. Ataque al corazón (inicio).
12. Desorientación con los movimientos de la cabeza.
13. Cambios relacionados con la edad.
14. Descompensación de una foria.
Los especialistas de la visión, reconocen la importancia del sistema visual en todos los aspectos funcionales de la vida. La visión requiere una interacción dinámica con el entorno que proporciona mecanismos de retroalimentación precisos que ayudan a guiar sus acciones. Durante un examen, es importante llevar una historia cuidadosa y detallada, ya que sin duda arrojará información que brinde diferencias útiles para tratar o remitir al paciente.
1. ¿Qué medicamentos toma actualmente?
2. ¿Alguna ingesta de cafeína / alcohol o uso de nicotina?
3. ¿Alergia a alguna droga conocida o algo en el ambiente?
4. ¿Hay antecedentes de migrañas?
5. ¿Alguna historia de trauma en la cabeza?
6. ¿Algún mareo al caminar en el pasillo de la tienda, en multitudes, grandes espacios abiertos, vehículos en movimiento, con patrones repetitivos?
7. ¿Historia de ansiedad o depresión?
8. ¿Alguna pérdida de audición?
Si el paciente informa que “la habitación está girando” o tiene la “sensación en la cabeza”, considere el vértigo (vértigo posicional paroxístico benigno versus disfunción vestibular). Una sensación de pérdida de conciencia puede indicar pre-síncope. Cualquier “sensación de inestabilidad o desequilibrio” (pies versus cabeza), considere una posible disfunción vestibular. Cualquier síntoma vago, como sentirse desconectado o aturdido, puede indicar ansiedad o depresión, que comúnmente se observan en una lesión cerebral traumática leve.
ESTRATEGIAS DE EXAMEN
Durante su examen completo de la visión, observe cuidadosamente al paciente para detectar cualquier postura inusual de la cabeza o el cuerpo (al caminar hacia el consultorio y mientras está sentado). Recuerde que después de una lesión cerebral traumática, muchos pacientes experimentan un sentido espacial anormal. Los síntomas encontrados incluyen falta de equilibrio y postura (tendencia a chocar con objetos, tener un sesgo lateral al caminar, mareos y una sensación de estar “fuera de sincronía” con su entorno). Ciuffreda y Ludlam informaron que los pacientes con un sentido espacial visual anormal tienen problemas visuo-motores asociados con la coordinación de caminar y ojo-mano y una percepción errónea de la percepción de profundidad de los objetos en el entorno debido a una localización egocéntrica anormal. Este sentido espacial visual anormal es una de las secuelas comunes en el síndrome de visión posterior al trauma.
Como profesionales de la salud ocular, estamos en una posición única para manejar eficazmente muchas causas de mareo. Por ejemplo, puede haber efectos adversos de los lentes progresivos, particularmente la distorsión periférica inducida, que afecta significativamente a los pacientes que han sufrido una lesión cerebral traumática. Considere alternativamente prescribir lentes de visión sencilla. Además, cuando sospeche dificultades espaciales visuales, considere aplicar la oclusión binasal y pídale al paciente que informe lo que observa mientras camina por su oficina. Durante las pruebas de función binocular, es muy posible que el paciente tenga una heteroforia vertical. Doble y Feinberg habían descubierto que en al menos 43 de sus pacientes con lesiones cerebrales traumáticas presentaban heteroforia vertical que se manejaba efectivamente con prisma vertical.
Es muy probable que se encuentre con un paciente que se queja de mareos. Un historial de casos cuidadoso con estrategias de examen sencillas lo ayudará a sentirse más cómodo y seguro para manejar a estos pacientes de manera efectiva.
Fuente: AOA
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Gracias por tu información Byron. Saludos