En algunas ocasiones los especialistas se encuentran en situaciones frustrantes en la de , a pesar de que se hace el mejor proceso de ajuste, se busca el mejor el material y se escoge el mejor diseño, a veces los pacientes sienten incomodidad y dejan de usar el lente de contacto.

Algo importante que a veces se les pasa a los especialistas es entender que la superficie ocular, específicamente las mucosas que hacen parte de la superficie tienen un papel fundamental en la adaptación, y lubricación que tiene la película lagrimal con el lente de contacto, para que el bienestar del paciente sea constante.

Para la optómetra Johanna Garzón, especialista en lentes de contacto: “Es fundamental evaluar el borde del parpado, se debe reconocer que en esa región tiene tres tipos de zonas: La primera que es la piel de la epidermis, que se extiende por debajo de los orificios meibomianos. Luego está la porción mucocutanea que se puede identificar clínicamente haciendo una tinción con verde lisamina. La última zona más interna que es el light wallpaper. En la última zona tiene las células goblet que son capaces de secreta mucinas, crean una superficie mucoacuosa y reaccionan cuando tienen un material o se utiliza una solución, generando una interface entre el parpado, la superficie ocular y el lente de contacto. De esta forma generan comodidad y evitan la fricción que tiene un material sobre el tejido”.

Si no se tiene secreción de mucinas en esta zona, el paciente va a tener una sensación de cuerpo extraño, de pesadez a pesar de que en el limbo no se vea una reacción inflamatoria. Esto se puede observar haciendo eversión de parpado superior y haciendo una tinción. El especialista debe examinar las tres zonas y tener una rutina de examen que indique que la proporción de mucinas es la adecuada.

Información tomada de:
Programa IACLE

Imagen tomada de:
https://www.clinicalascondes.cl/getattachment/95b654d3-e734-4943-bfdc-79af20eabaa8/

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