La siguiente es una adaptación de la columna de Chris Lievens, OD, MS, FAAO, publicada en Optometry Times. En los últimos años, el tema del daño a la visión relacionado con la luz y los anexos ha recibido mayor atención. El daño por la luz ultravioleta (UV) ha sido, durante mucho tiempo, una preocupación debido a que la incidencia del daño solar (quemaduras solares, cáncer de piel) ha ido en aumento. En forma paralela, la ha sido estudiada y se ha discutido el uso generalizado de las bombillas modernas y los que emiten luz azul.

 

Espectro de luz

El espectro de luz contiene mucho más de lo que los humanos pueden ver. Las frecuencias de luz incluyen microondas, ondas de radio y rayos X, por nombrar algunas.

El espectro visible tiene solo una porción muy delgada de longitudes de onda entre 380 nm y 780 nm. La energía más alta del espectro visible es inmediatamente adyacente al espectro UV y está justo por encima de 380 nm (el rango de luz de alta energía es de 380 nm a 460 nm).2

Esta luz azul de alta energía se dispersa en la atmósfera y es la razón por la cual el cielo se ve azul.

La luz azul también es producida por diodos emisores de luz (LED), que hoy son más comunes que nunca. Debido a la eficiencia de los LED, las bombillas incandescentes tradicionales han sido reemplazadas por bombillas LED en los últimos años. La iluminación LED se encuentra ampliamente en las tecnologías digitales, como televisores, teléfonos y tabletas para uso comercial.

Este tema se ha sometido a escrutinio a medida que el uso de dispositivos digitales aumenta cada vez más (y por parte de personas más jóvenes cada año). Un informe del 2016 Vision Council encontró que el 60 por ciento de los estadounidenses usan dispositivos digitales durante más de cinco horas al día, y el 70 por ciento de ellos usa al menos dos o más dispositivos al mismo tiempo.

 

Transmisión de luz a nivel ocular

Desde una perspectiva de salud ocular, se sabe desde hace mucho tiempo que la luz azul puede ser tóxica para ciertas estructuras oculares.4 A medida que envejecemos, el riesgo ocular puede cambiar. Cuanto más larga sea la longitud de onda, mayor será la proporción de luz que pasa a través de la córnea y alcanza el lente y la retina.

En promedio, la córnea humana absorbe longitudes de onda por debajo de 300 nm, y el lente absorbe menos de 400 nm.5 Sin embargo, en un análisis más cercano, estos números cambian a lo largo de la vida: un lente cristalino clara al nacer y en la infancia transmite luz a 300 nm+ mientras que un adulto (y más lentes cristalinos amarillos) transmite a 400n m+.

La protección de los ojos de los niños es especialmente importante porque la transmisión de luz es mayor a una edad más temprana, permitiendo que niveles más altos de luz UV y azul alcancen el lente y la retina.6

La retina tiene un mayor riesgo ya que absorbe luz de más de 400 nm.7 Dado que se sabe que el espectro de luz azul de alta energía es de 380 nm a 460 nm, hay una porción de luz azul que es problemática. La exposición ocular a la luz alrededor de 435 nm (± 20 nm) puede inducir la muerte celular irreversible en el epitelio pigmentario de la retina (EPR).2

 

Investigación en luz azul

Históricamente, varios estudios de población a gran escala mostraron riesgos oculares de la luz azul. Primero, el estudio Waterman de Chesapeake Bay tuvo varias iteraciones de metanálisis y se identificó una asociación entre la exposición acumulada a la luz azul y la degeneración macular relacionada con la edad (DMRE).8

De manera similar, el Beaver Dam Eye Study concluyó que la exposición a la luz visible brillante podría estar asociada con la DMRE.9

Finalmente, el Proyecto de Discapacidad Visual sugirió que las personas con más exposición a la luz solar tienen un riesgo significativamente mayor de DMRE.7

Como tal, la luz solar (y más específicamente, el efecto acumulativo de la luz azul) se ha identificado como un factor de riesgo para la DMRE. Un pigmento visual fotosensible específico parece estar involucrado en esta toxicidad retiniana, y se conoce como A2E (N-retinylidene-N-retinylethanolamine).

Un estudio de 2013 definió las longitudes de onda de luz más tóxicas en un modelo in vitro. La conclusión de los investigadores fue que la mayor pérdida de la viabilidad de las células retinianas se produjo entre 415 nm y 455 nm.

Lo que además es preocupante es que la muerte celular de la retina se produce a través de la apoptosis (una continua cascada de muerte de las células vecinas) y es probable que la DMRE sea visualmente destructiva.10

 

y sueño

Existe confusión sobre dónde se origina el riesgo de daño ocular. La luz azul se emite desde el sol, los dispositivos digitales y los LED; el sol proporciona una cantidad mucho mayor de luz azul que los dispositivos digitales o LED.

Si bien las personas pasan muchas horas al día en pantallas iluminadas y tecnologías informáticas, se ha propuesto que el peligro de la luz azul proveniente de dichos dispositivos puede no acercarse a límites peligrosos.12

Sin embargo, lo que se sabe es que el uso de dispositivos digitales puede causar estragos en los patrones de sueño al interferir con los ritmos circadianos humanos.

En ausencia de luz azul, las células ganglionares en la retina humana estimulan a la glándula pineal a liberar melatonina, una hormona que le permite a nuestros cuerpos saber que es hora de dormir. Esto contrasta con la presencia de luz azul, que suprime la producción de melatonina: nuestros cuerpos están alertas, energizados y listos para trabajar y jugar. Esto puede ser un desafío porque muchas personas miran sus dispositivos digitales justo antes de acostarse.

 

¿Qué hacer?

La protección contra la luz azul se está convirtiendo en un tema común, y algunos pacientes lo saben. De manera similar, la protección ultravioleta (UV) es ampliamente conocida, pero la importancia específica que se le da a la protección de los ojos contra los rayos UV es limitada.

Afortunadamente, estos dos temas son fáciles de discutir juntos. La protección contra luz azul y UV se han combinado en productos singulares. Esto hace que el profesional le pueda explicar al paciente de forma relativamente fácil y suene bien.

 

Dados los riesgos oculares de la luz UV y el uso cada vez mayor de dispositivos digitales (aunque es menor el riesgo de luz azul), los pacientes necesitan saber cómo protegerse. Los lentes oftálmicos que protegen contra ambas formas de luz son fáciles de prescribir. Parte de la responsabilidad de los especialistas es buscar oportunidades para prevenir problemas.

 

  1.  
  2.  

Referencias: 
– Rogers HW, Weinstock MA, Harris AR, Hinckley MR, Feldman SR, Fleischer AB, Coldiron BM. Estimate of nonmelanoma skin cancer in the United States, 2006.Arch Dermatol. 2010 Mar;146(3):283-287.
– Arnault E, Barrau C, Nanteau C, Gondouin P, Bigot K, Viénot F, Gutman E, Fontaine V, Villette T, Cohen-Tannoudji D, Sahel JA, Picaud S. Phototoxic action spectrum on a retinal pigment epithelium model of age-related macular degeneration exposed to sunlight normalized conditions. PLoS One. 2013 Aug 23;8(8):e71398.
– The Vision Council. Digital Eye Strain. Available at: https://www.thevisioncouncil.org/content/digital-eye-strain. Accessed 2/12/19.
– Braunstein RE, Sparrow JR. A blue-blocking intraocular lens should be used in cataract surgery. Arch Ophthalmol. 2005 Apr;123(4):547-9.
– Pescosolido N, Barbato A, Giannotti R, Komaiha C, Lenarduzzi F. Age-related changes in the kinetics of human lenses: prevention of the cataract. Int J Ophthalmol. 2016 Oct 18;9(10):1506-1517.
– Behar-Cohen F, Baillet G, de Ayguavives T, García PO, Krutmann J, Peña-García P, Reme C, Wolffsohn JS. Ultraviolet damage to the eye revisited: eye-sun protection factor (E-SPF), a new ultraviolet protection label for eyewear. Clin Ophthalmol. 2014;8:87-104.
– Yam JC, Kwok AK. Ultraviolet light and ocular diseases. Int Ophthalmol. 2014 Apr;34(2):383-400.
– Taylor HR, West S, Muñoz B, Rosenthal FS, Bressler SB, Bressler NM. The long-term effects of visible light on the eye. Arch Ophthalmol. 1992 Jan;110(1):99-104.
– Klein BE, Howard KP, Iyengar SK, Sivakumaran TA, Meyers KJ, Cruickshanks KJ, Klein R. Sunlight exposure, pigmentation, and incident age-related macular degeneration. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2014 Aug 14;55(9):5855-61.1
– Sparrow JR, Nakanishi K, Parish CA. The lipofuscin fluorophore A2E mediates blue light-induced damage to retinal pigmented epithelial cells. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2000 Jun;41(7):1981-9.}
– Okuno T, Saito H, Ojima J. Evaluation of blue-light hazards from various light sources. Dev Ophthalmol. 2002;35:104-12.}12. O'Hagan JB, Khazova M, Price LL. Low-energy light bulbs, computers, tablets and the blue light hazard. Eye (Lond). 2016 Feb;30(2):230-3.

Fuente:
https://www.optometrytimes.com/laser-and-light-technology/blue-light-why-it-matters/page/0/1
Imagen tomada de:
https://www.granadahoy.com/2018/04/26/vivir/Instituto-Astrofisica-Andalucia-participado-investigacion_1239786381_83932754_667x375.jpg

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