La diabetes es una enfermedad metabólica de origen multifactorial en la que interactúan diversos elementos como factores genéticos, sociodemográficos y ambientales. Además, existen varios factores de riesgo asociados como la obesidad, la inactividad física y una alimentación poco saludable.

Es una enfermedad en la que se produce un déficit total o relativo de insulina, que requiere de atención médica continua y la implementación de estrategias multidisciplinarias que se enfocan en prevenir complicaciones agudas y crónicas, como enfermedad cardiovascular, neuropatía, retinopatía, nefropatía, amputaciones y disminución de la esperanza de vida.

Las cifras de la diabetes están experimentando un aumento significativo. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se estima que en las Américas hay 62 millones de personas que viven con Diabetes Mellitus (DM) tipo 2. Este número se ha triplicado en la región desde 1980 y se estima que alcanzará la marca de 109 millones para el 2040, según el Diabetes Atlas en su novena edición. Es importante destacar, que la prevalencia ha aumentado más rápidamente en los países de ingresos bajos y medianos en comparación con los países de ingresos altos.1

La diabetes puede tener un impacto significativo en la salud ocular. La retinopatía diabética es una de las complicaciones oculares más comunes asociadas con la diabetes, seguida de edema macular diabético, la hemorragia vítrea, el desprendimiento de retina y la catarata diabética.2

La retinopatía es un factor de riesgo de ceguera. Esta afección se produce cuando los vasos sanguíneos de la retina se dañan y se filtran líquidos y sangre en esta. Con el tiempo, esto puede provocar cambios en la visión, como visión borrosa, puntos oscuros o vacíos en la visión, disminución de la visión central y, en casos graves, pérdida de la visión.3 Además, también puede provocar sequedad ocular y problemas de la córnea, lo que puede causar dolor, visión borrosa y erosiones corneales.4

La diabetes es una enfermedad de gran importancia a nivel de salud pública en todo el mundo, porque es una de las enfermedades no transmisibles (ENT) más frecuentes, y por la severidad y diversidad de sus complicaciones crónicas.5

La prevalencia de diabetes en la comunidad latina es un 50 % mayor en comparación con los blancos no hispanos. Además, esta población presenta tasas más altas de insuficiencia renal y pérdida de la visión relacionadas con diabetes. Por lo tanto, es esencial brindar información a la comunidad sobre la gravedad de la diabetes, sus factores de riesgo, quiénes pueden estar en riesgo y las formas de ayudar a manejar la enfermedad.2

La evidencia demuestra que la detección temprana, el tratamiento oportuno y un seguimiento adecuado pueden reducir el riesgo de que una persona sufra una pérdida grave de la visión debido a la enfermedad ocular diabética en un 95 %. Es fundamental que las personas con diabetes se realicen un control anual del fondo de ojo.

Cabe mencionar que durante la reunión regional de “Abogacía para la acción” de la IAPB (Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera), se enfatizó en los problemas visuales derivados de la diabetes. Los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD), los años de vida perdidos (AVP) debido a muerte prematura y los años vividos con discapacidad (AVD) pueden ser calculados por edad, sexo y país; lo que permite trabajar en un diagnóstico situacional de cada país.6

Los programas deben incluir planes de acción para reducir el sobrepeso y la obesidad, fomentar la actividad física y promover una alimentación saludable. La conducta terapéutica se basa en los siguientes pilares fundamentales: educación en diabetes, tratamiento dietético y nutricional, práctica regular de ejercicios físicos, tratamiento con medicamentos hipoglucemiantes (antidiabéticos orales) e insulinoterapia, tratamiento de enfermedades asociadas como hipertensión arterial, dislipidemias y obesidad, entre otras; manejo de las complicaciones micro y macroangiopáticas, así como el apoyo psicológico al paciente.6

En resumen, la diabetes puede tener un impacto significativo en la visión. Por lo tanto, los profesionales de salud visual tienen la responsabilidad de aumentar la conciencia de los pacientes sobre esta afección, facilitar la detección temprana y brindar apoyo en el manejo y tratamiento de la enfermedad. Es fundamental aumentar el conocimiento en este campo para abordar adecuadamente la diabetes y sus efectos en la salud ocular.

REFERENCIAS

1. Diabetes – OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud [Internet]. [citado 21 de abril de 2023]. Disponible en: https://www. paho.org/es/temas/diabetes

2. Panorama de la diabetes en la Región de las Américas [Internet]. Pan American Health Organization; 2023 [citado 20 de abril de 2023]. Disponible en: https://iris.paho.org/handle/10665.2/57197

3. Diabetes Recursos | ADA [Internet]. [citado 26 de abril de 2023]. Disponible en: https://diabetes.org/diabetes/eye-health/resources/ resources-espanol

4. Patricia HR, Gladys Q, Jiménez I. Alteraciones oculares en diabetes.

5. Cruz Abascal RE, Fuentes Febles O, Gutiérrez Simón O, Garay Padrón R, Águila Moya O. Nefropatía diabética en pacientes diabéticos tipo 2. Revista Cubana de Medicina. marzo de 2011;50(1):29–39. 6. The Expert Committee on the Diagnosis and Classification of Diabetes Mellitus. Report of the Expert Committee on the Diagnosis and Classification of Diabetes Mellitus. Diabetes Care. 1 de enero de 2003;26(suppl_1):s5–20.

Autor:

Marlene Chávez

Magister en Salud Pública-Paraguay

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