Es probable que al consultorio lleguen del laboratorio, algunos lentes con rayas muy superficiales, producto de la limpieza y que sólo los especialistas podrían detectarlas.
Es imposible evitar el rayado de un lente, inclusive de los que tienen protección a las rayas.
Por lo tanto, debe procurarse un buen manejo de los lentes para garantizar que no sean rayados en las operaciones de finalización (lensometría, coloración, bisel y montaje).
En el laboratorio
La zona de labores debe ser muy aseada pues las partículas del ambiente, al igual que polvo de cristal cortado, producen fuertes rayaduras cuando se procesa la limpieza de lentes plásticos.
En la óptica
La limpieza por parte de los especialistas debe hacerse con algodón de calidad y alcohol isopropílico (isopropanol).
No limpiar con bayetas, no frotar con las manos y tratar suavemente. Es inadecuada la limpieza en seco.
Cuando se efectúa la inspección vertométrica no debe presionarse el lente sobre la boquilla del aparato o con los pines de marcación. Tampoco debe girarse estando presionado.
Por el usuario
El cuidado y mantenimiento de los lentes oftálmicos por parte de los usuarios, juega un papel importante en su duración y el grado de satisfacción. Por ello es necesario que el especialista proporcione una completa información sobre su manejo.
En la conservación de los lentes, se debe tener en cuenta:
- Limpiarlos por lo menos dos veces al día,
usando agua y un jabón suave. - Secarlos suavemente con un paño de
microfibra. - No aplicar directamente el líquido
limpiador de lentes, sin antes haberlos enjuagado, para retirar las partículas
extrañas de su superficie. - No limpiarlos en seco, no usar paño o
tela; si lo hace, se rayan
El usuario y la educación que este adquiera en el manejo de sus anteojos, son la mejor protección de los lentes
COSTA, Orlando, OD.
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