Valentina Giraldo
Periodista Grupo Franja

Optómetra, emprendedor, especialista en ciencias políticas, líder gremial, empresario y director de un grupo de hospitales muy importantes de Colombia, se trata de Orlando Jaramillo el optómetra que junto con un grupo de colegas llevó a la realidad la modificación de la ley de Optometría para abrir el espacio al optómetra como el profesional del cuidado primario de la visión que le permite el manejo de medicamentos para el tratamiento y diagnóstico de condiciones oculares. Jaramillo, fue fundamental en la comprensión y ejecución de la Optometría moderna, la misma que todas las universidades con programas de Optometría de Colombia incluyen en sus contenidos académicos y que por tanto influye en la preparación de profesionales de todo el continente.

Franja Visual (F.V.): Además de estudiar Optometría estudió Ciencias Políticas, ¿qué lo llevó a hacerlo?

Orlando Jaramillo (O.J.): Tengo una relación genética con la política porque mi padre Orlando Jaramillo Duque hizo política en el departamento de Caldas y fue representante a la cámara en el año de 1958. Entonces, a pesar de haber estudiado optometría, siempre quise explorar otros campos de conocimiento y ampliar mi horizonte. Fue así como encontré en las ciencias políticas el espacio donde pude tener una visión más amplia y hacer una contribución a la sociedad de una manera diferente.

Orlando Jaramillo (O.J.): Tengo una relación genética con la política porque mi padre Orlando Jaramillo Duque hizo política en el departamento de Caldas y fue representante a la cámara en el año de 1958. Entonces, a pesar de haber estudiado optometría, siempre quise explorar otros campos de conocimiento y ampliar mi horizonte. Fue así como encontré en las ciencias políticas el espacio donde pude tener una visión más amplia y hacer una contribución a la sociedad de una manera diferente.

F.V.: Al mismo tiempo que hace su labor clínica, creó una poderosa empresa en el área de los servicios de la salud visual ¿cómo fue ese proceso?

O.J.: Fue una feliz coincidencia de cuatro profesionales que se conocieron en la clínica Barraquer, dos oftalmó logos, Tito Gómez y Eduardo Huertas y dos optómetras, Ana María Huertas y yo. Trabajamos juntos durante 12 años en una relación muy cordial; sin embargo, en ese momento se disolvió la sociedad y Tito y yo seguimos con IMEVI. A los pocos años viene el cambio por la ley 100 y en asocio con Compensar se da lo que podemos decir es la segunda etapa de IMEVI. En esta etapa se vincula Adriana Gómez y se genera una propuesta que tenía el enfoque de manejo integral de la salud visual, propio del espíritu de la nueva ley.

Actualmente es una gran empresa, de la que ya no soy socio, que trabaja de la mano con Compensar EPS a la que le presta todos los servicios de salud visual, con un desarrollo muy importante en el campo de la optometría, la oftalmología y la óptica.

F.V.: Al mismo tiempo usted desarrolló una actividad gremial a través de Fedopto.

O.J.: Participé por primera vez con la Federación durante la presidencia de la Dra. Lucía González, mi profesora de Ortóptica y directora de tesis. Esa experiencia fue muy importante, porque me motivó a continuar el camino gremial, así que pasé por diferentes juntas directivas como secretario, vicepresidente y presidente de la Federación.

F.V.: ¿En qué momento de su vida gremial vislumbra la posibilidad de hacer cambios en la ley de la optometría y estimular el crecimiento del sector?

O.J.: El cambio de la ley era algo que ya se venía contemplando en la Federación durante mucho tiempo, de hecho, se habían presentado al Congreso varios proyectos para modificar la ley vigente de 1954, pero sin éxito. Nos interesaba armonizar en la ley lo que nos mostraba la experiencia del servicio rural con el conocimiento y la práctica, así como recoger los avances de la optometría en todos los campos. Era necesario incluir en la ley no solo el uso de medicamentos para el tratamiento del segmento anterior y ciclopléjicos, sino también los otros avances. Dicho de otra manera, actualizar la ley al ejercicio y conocimiento del optómetra.

El origen del cambio se produjo durante la presidencia de Lucía de Martínez, quien inició un proceso de internacionalización de la Optometría al organizar el primer congreso con una participación importante de profesores americanos, los cuales llegan con el concepto del cuidado primario. Después, durante la presidencia de Pablo Henao, se hizo un gran congreso de optometría con el cuidado primario como eje principal y se propuso este enfoque para que los optómetras pudieran visualizar su campo de acción en el ámbito del congreso. Esta idea se justificó en el hecho de que cuando los pacientes acudían a los servicios de urgen cias con problemas del segmento anterior, los médicos rurales llamaban al optómetra para que les ayudara a hacer el diagnóstico, le sugiriera un tratamiento y el médico general ponía la firma en ese tratamiento. En resumen, entendimos que el optómetra tenía los conocimientos necesarios para desempeñar esta función y era el momento de respaldar su conocimiento con la firma. Fue así como presentamos el proyecto de ley.

F.V.: ¿Cómo logran que el Estado piense en la Optometría?

O.J.: La ministra María Teresa Forero de Saade fue clave en este proceso, ella entendió perfectamente la propuesta que estábamos haciendo, ya que había sido directora de Colsubsidio y estaba totalmente de acuerdo, por la abundancia de estadísticas, del impacto del cuidado primario en la población y el Congreso de la República aprobó la ley.

Aquí es interesante comentar una anécdota, el Dr. Antonio Pérez de Brigard, trabajaba con unos optómetras americanos y le comenté sobre el proyecto de ley y me dijo: “en Estados Unidos con todo lo que se ha hecho para el desarrollo de la carrera, alrededor del 10 % de los optómetras hacen uso de medicamentos y ustedes se van a dar cuenta, con el tiempo, que el optómetra no arranca como se espera a hacer uso de los medicamentos. La gran paradoja es que en esa época muchos usábamos los medicamentos a escondidas y cuando nos dicen: “si ustedes se preparan, los pueden utilizar a la luz pública”, pues entramos en pánico.

Llevamos muchos años ya con esta ley, los programas de formación en Optometría han realizado un excelente papel formando a los profesionales con este perfil y ahora podemos decir que la ley promueve un ejercicio habitual en el cuidado primario.

Nosotros en IMEVI tuvimos la oportunidad de implantar la propuesta del cuidado primario tan pronto como nos preparamos y abrimos la posibilidad, el resultado fue genial. Creamos un espacio y una actividad donde el equipo de trabajo, oftalmólogo y optómetra se complementaban muy sincronizados por el bienestar de los pacientes. Este manejo fue una de las claves para el crecimiento de IMEVI en su momento.

F.V.: Ha tenido una carrera muy interesante, incluyendo su transición de la Optometría a la gestión hospitalaria. Nos gustaría saber más sobre experiencia al administrar uno de los hospitales más grandes de Colombia: San Pedro Claver. ¿Cómo fue esa etapa de su vida?

O.J.: El proceso inició en IMEVI mientras se discutía en el Congreso el desarrollo de la ley 100 y paralelamente se llevaba a cabo la campaña presidencial en la que Ernesto Samper era candidato. En ese momento yo estaba ejerciendo la Optometría en IMEVI, pero ya había completado mi formación en ciencias políticas y aspiraba a participar en el grupo encargado de manejar el plan de salud compuesto por profesionales expertos en el tema como María Teresa de Saade, Alonso Gómez, Mauricio Restrepo y Jorge Michelsen. Mi interés por las políticas públicas me motivó a buscar un espacio en el que pudiera aprender de cerca cómo se implementan en la práctica. Tuve la oportunidad de participar en diversos procesos relacionados con la salud pública, gracias a la apertura brindada por el equipo liderado por Ernesto Samper, lo que me permitió conocer las claves de su manejo y las formas de pensar de los líderes en el campo. Fue un trabajo muy enriquecedor en el que aprendí y pude aportar al mismo tiempo.

Recién aprobada la ley 100, los profesionales que conocían lo plasmado en la ley decían: “esto va a cambiar la salud en Colombia” entonces, comencé a trabajar la idea de hacer una propuesta de manejo de la salud visual distinta para esta nueva ley; donde había que prepararse y trabajar en equipo optómetra y oftalmólogo. Esta idea fue acogida por Compensar y en ese momento se fortalece la segunda fase de IMEVI. Dejamos de ser un servicio de salud tradicional, para crear una propuesta que promueve el bienestar de la población a través del cuidado integral de sus ojos y la visión. Fue un salto importante, estamos hablando de muchos empleados, de mucha tecnología, de una estructura física impresionante para atender volúmenes de pacientes con una responsabilidad altísima.

Es importante resaltar la participación de Adriana Gómez y su conocimiento de la óptica oftálmica en el complemento de la propuesta.

F.V.: El modelo de empresa funcionó muy bien, tanto que aún está vigente con un gran éxito. ¿por qué decide vender su parte de IMEVI?

O.J.: Me tocó, para ese entonces ya llevaba siete años y se presenta la oportunidad de participar en un concurso para la subdirección de salud de Compensar. Germán Collazos y Néstor Rodríguez me permitieron postularme y después de seguir un complejo proceso, fui escogido para asumir el cargo, se trataba de manejar todo lo que tenía que ver con la salud Compensar EPS. Sin embargo, para asumir el cargo no podía tener participación en una empresa como IMEVI, así que tuve que vender mi participación.

F.V.: ¿Se arrepintió en algún momento de haber tomado esa decisión?

O.J.: Esa es una pregunta interesante. Creo que uno tiene la posibilidad de escoger en dónde quiere tener su arrepentimiento, uno puede llegar a estar arrepentido de lo que decidió en su vida, pero también es fácil estar arrepentido al final por lo que dejó pasar, yo escogí no tener la segunda, me parecía un reto muy importante, muy grande, pasar de IMEVI a Compensar EPS, esta ha sido mi escuela, no solamente en lo profesional sino en lo personal, de lo cual me siento muy orgulloso y agradecido.

F.V.: ¿Podría hablar sobre su transición desde subdirector de salud de Compensar al siguiente nivel?

O.J.: Estaba en Compensar y el presidente Uribe dijo: “debemos liquidar el seguro social”. Así que invitó al sector cooperativo para que participara en el cambio y su respuesta fue negativa. Luego invitó a las cajas de compensación, entre las que estaba Compensar, entonces mi jefe, Néstor Rodríguez me dijo: “recibimos la propuesta de participar en el análisis de esta idea, a mí personalmente no me anima mucho”, le respondí que nos diéramos la oportunidad de analizarla. Después de muchas evaluaciones decidimos participar, se crea un grupo de trabajo con las seis cajas de compensación y representantes de la Previsora, lo que al fin termina siendo lo que hoy se conoce como la Nueva EPS. Tuve la oportunidad de participar en todo el proceso. Una vez creada la figura de aseguramiento, vino la necesidad de pensar en la prestación y es cuando el Estado decide vender algunos hospitales a través de una convocatoria abierta en la cual participaron Compensar, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y la Universidad del Rosario a través de la Corporación Hospitalaria Juan Ciudad creada por los tres para asumir la responsabilidad de transformar dos hospitales, la clínica Misael Pastrana y la clínica San Pedro Claver, la institución hospitalaria más grande en ese momento. Las dos instituciones forman parte hoy de la red hospitalaria MEDERI, entidad de la que tuve la responsabilidad de ser su presidente durante 12 años.

F.V.: Dr. Jaramillo hay muchos temas que se desprenden de cada respuesta y estas páginas resultan insuficientes para profundizar en cada tema. Cerremos con un mensaje para la comunidad salud visual de América Latina.O.J.: La salud visual de la población está en nuestras manos, el compromiso es hacerlo de manera integral, esto significa que debemos ser buenos en todas las áreas de la salud visual, comenzando por el diagnóstico, la prescripción de los anteojos, la venta de estos, la prescripción de medicamentos, la realización de tratamientos, la remisión a otros especialistas, la toma de exámenes complementarios, etc. La forma de abordar los temas que tienen que ver con la optometría, la salud visual y la salud pública es de manera integral.

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