Si bien los investigadores están seguros de que el coronavirus se propaga a través de la mucosidad y las gotas expulsadas al toser o estornudar, no está claro si el virus se propaga a través de otros fluidos corporales como las lágrimas.
La revista de la Academia Americana de Oftalmología, Ophthalmology, publicó un estudio que ofrece evidencia de que es poco probable que los pacientes infectados con COVID-19 estén transmitiendo el virus a través de sus lágrimas, pero hacen una advertencia importante: ninguno de los pacientes en el estudio tenía conjuntivitis. Sin embargo, los especialistas de la salud ocular consideran que la conjuntivitis se desarrolla en solo 1 a 3 % de las personas con coronavirus. Los autores del estudio concluyen que sus hallazgos, junto con la baja incidencia de conjuntivitis entre los pacientes infectados, sugieren que el riesgo de transmisión del virus a través de las lágrimas es bajo.
Para llevar a cabo el estudio, Ivan Seah, MBBS y sus colegas del Hospital de la Universidad Nacional de Singapur recolectaron muestras de lágrimas de 17 pacientes con COVID-19 desde el momento en que mostraron síntomas hasta que se recuperaron unos 20 días después. Ni el cultivo viral ni la reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa (RT-PCR) detectaron el virus en sus lágrimas durante el curso de dos semanas de la enfermedad.
El Dr. Seah también tomó muestras de la parte posterior de la nariz y la garganta durante el mismo período de tiempo. Mientras que las lágrimas de los pacientes estaban libres de virus, sus narices y gargantas estaban llenas de COVID-19. El Dr. Seah dijo que espera que su trabajo ayude a guiar más investigaciones para prevenir la transmisión del virus a través de rutas más significativas, como las gotas y la diseminación fecal-oral.
A pesar de esta noticia tranquilizadora, es importante que las personas comprendan que proteger sus ojos, así como sus manos, nariz y boca, puede retrasar la propagación de virus respiratorios como el coronavirus. Esto se debe a que cuando una persona enferma tose o habla, las partículas de virus pueden rociarse de la boca o la nariz en la cara de otra persona. Es más probable que inhale estas gotitas por la boca o la nariz, pero también pueden ingresar por los ojos, así como infectarse al tocar algo que tiene el virus, como una mesa o pomo de la puerta y luego tocarse los ojos.
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