Aunque por años se ha creído que adaptar lentes blandos tóricos requiere más tiempo o pruebas, la evidencia clínica actual desmiente este mito. Estudios internacionales muestran que la adaptación es rápida, efectiva y muy bien aceptada por los pacientes con astigmatismo, incluso en niveles bajos. Con tasas de éxito superiores al 84 % en el primer intento, los lentes tóricos representan una opción segura, cómoda y eficaz para ofrecer a tus pacientes.