En su columna en Contact Lenses Today la Dra. Melanie Frogozo, OD, habla acerca de los lentes tintados para ojos normales y con alteraciones oculares:
Los lentes de contacto de colores se prescriben habitualmente por razones cosméticas, para cambiar o enmascarar el color de los ojos. Además de cosméticos, los lentes tintados también pueden proporcionar alivio terapéutico a las personas con molestias visuales. A continuación, se describe cómo los lentes tintados ayudan a mejorar el confort visual tanto en ojos normales como enfermos.
La parte visible del espectro electromagnético comprende longitudes de onda entre 380 nm y 760 nm aproximadamente. Parte de la capacidad del ojo para visualizar la profundidad se debe a la aberración cromática natural que se produce cuando las distintas longitudes de onda se refractan a través de los diferentes puntos focales de los medios oculares (por ejemplo, la córnea, el cristalino y la retina). No obstante, la aberración cromática causa desenfoque de la imagen y es la aberración más importante en un ojo normal bien corregido.
Los filtros de color que disminuyen la transmisión de la porción de longitud de onda corta (azul) del espectro visible pueden mejorar la calidad de la imagen retiniana al reducir la aberración cromática. Los lentes de contacto tintados de color ámbar y gris verdoso filtran la luz de longitud de onda corta. Por lo tanto, estos lentes tintados pueden reducir la aberración cromática y mejorar la nitidez de la imagen para quienes practican deportes y actividades al aire libre.
Las enfermedades de la retina, como las distrofias de conos, provocan fotofobia y deslumbramiento graves. El dolor relacionado con la fotofobia y la reducción de la visión en personas con destrucción completa de los conos pueden estar controlados por las células ganglionares de la retina intrínsecamente fotosensibles (ipRGC). Curiosamente, también se ha observado que las ipRGC exacerban la fotofobia asociada a las migrañas.
Las ipRGC especializadas responden a niveles de iluminación elevados y son sensibles a la longitud de onda del espectro azul, que alcanza su punto máximo a 479 nm. Al impedir que la luz azul llegue a la retina, puede producirse una reducción de la excitación de las células melanopsina y, por lo tanto, un alivio de los síntomas de fotofobia. En estos casos, los lentes tintadas de rojo pueden disminuir la cantidad de luz transducida a través de esta vía de las ipRGC, aliviando así la fotofobia sintomática.
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