Las gafas no solo cumplen una función práctica, sino que también representan un toque de estilo personal. La elección de su forma puede resaltar notablemente la apariencia de un rostro y, en general, reflejan la personalidad de quien las lleva. Sin embargo, a menudo se descuida su limpieza, ya sea por descuido o por la pereza de tener que mantenerlas impecables constantemente. No obstante, mantenerlas limpias es esencial no solo para una visión nítida, sino también para conservar su apariencia nueva. Por eso, se comparten algunos secretos para asegurar que tanto la montura como los lentes permanezcan siempre limpios y brillantes.
1. Agua y jabón: Un método clásico y eficaz para eliminar la grasa que se acumula en los lentes. Es especialmente efectivo con monturas de acetato, pero puede dañar las de metal. Simplemente se deben frotar los cristales con agua jabonosa, utilizando un poco de detergente para platos.
2. Vinagre blanco: Este producto casero es ideal para limpiar cualquier superficie de manera ecológica. Solo se necesita diluir vinagre blanco en agua y frotar suavemente con un paño suave.
3. Spray limpiador de gafas: Si se prefiere una solución rápida, en ópticas se pueden encontrar sprays diseñados específicamente para limpiar gafas. Solo hay que rociar la solución sobre los cristales y frotar suavemente con un paño.
Es crucial prestar atención al proceso de secado. A veces, aunque se haya limpiado recientemente las gafas, se sigue viendo mal al volver a ponérselas. Esto puede deberse al secado. Es esencial secarlas con un paño suave y limpio, ya que dejarlas secar al aire puede dejar residuos de cal sobre el lente.
Además, se debe tener cuidado con los materiales que se utilizan para secar las gafas. El papel, incluyendo los pañuelos, puede ser abrasivo y rayar los cristales. Es preferible emplear un paño de microfibra limpio.
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