La trehalosa es un disacárido formado de dos moléculas de glucosa donde la unión glucosídica de tipo α (1->1) involucra los grupos OH de los dos carbonos anoméricos. Partiendo de dos glucosas reductoras dulces se consigue un disacárido no reductor, con un bajo poder edulcorante. Está presente en varias formas de vida, excepto en vertebrados. Ha tenido diferentes áreas de aplicación en el campo de los nutrientes, cosméticos, e industria farmacéutica. A nivel de salud, se ha demostrado que tiene propiedades bioprotectoras, y baja toxicidad.1

Se trata de un componente que se ha incluido en el tratamiento de ojo seco. Se habla de que tiene propiedades hipoosmolares, y que contribuye a la supervivencia celular, mediante la estabilización de la membrana lipídica y de las proteínas, durante procesos de disecación.2


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La enfermedad del ojo seco (EOS) es una afección generalizada que a menudo se asocia con una inflamación de la superficie ocular clínicamente significativa. Se define como “una enfermedad multifactorial de la superficie ocular caracterizada por una pérdida de homeostasis de la película lagrimal y acompañada de síntomas oculares, en la que la inestabilidad e hiperosmolaridad de la película lagrimal, la inflamación y el daño de la superficie ocular y las anomalías neurosensoriales juegan un papel etiológico”.3 Estos elementos clave contribuyen al proceso fisiopatológico de la EOS y se reconocen como desencadenantes etiológicos de un círculo vicioso, que es autosostenido sin una intervención terapéutica adecuada. El esquema de clasificación DEWS I presentaba dos tipos diferentes de EOS, el ojo seco deficiente en agua y el ojo seco evaporativo;4 pero el TFOS DEWS II identificó subcategorías de EOS, atribuibles a un “continuo deficiente y evaporativo de agua”, con signos de tanto el volumen de lágrimas reducido como la capa lipídica deficiente.

La composición de la película lagrimal y cualquier cambio en el perfil de la lágrima brinda información considerable sobre la salud ocular, ya que se reconoce que el fluido lagrimal puede usarse como fuente de biomarcadores de enfermedades y los biomarcadores lagrimales pueden usarse para monitorear la progresión de la enfermedad y la eficacia de un tratamiento. En la enfermedad de ojo seco, el análisis proteómico lagrimal puede identificar proteínas, citocinas y quimiocinas relacionadas con la gravedad de la enfermedad. La presencia de una afección inflamatoria puede detectarse mediante el análisis de mediadores inflamatorios derivados del epitelio, como la interleucina (IL). -1β, IL-6 e IL-8.3 La identificación del nivel de inflamación de la superficie ocular puede orientar las decisiones terapéuticas, permitiendo terapias más predictivas y personalizadas.2

La terapia de primera línea en la EOS es la administración de sustitutos lagrimales, con el objetivo de restaurar la película lagrimal deficiente en calidad y/o calidad, y se diseñan productos de última generación con fórmulas combinadas, dirigidas a abordar y romper puntos específicos dentro del círculo vicioso en la enfermedad de ojo seco. Recientemente se ha comercializado un nuevo tratamiento tópico compuesto por la combinación novedosa y prometedora entre el disacárido natural trehalosa y el hialuronato de sodio, y se mostró que aumenta el espesor de la película lagrimal en pacientes con EOS leve a moderada, con una mejora en la superficie ocular y la satisfacción del paciente.2

Se ha venido estudiando la combinación de trehalosa al 3% con hialuronato de sodio al 0.15%. Fariselli et al 2018, en un estudio sobre la respuesta de pacientes con ojo seco, al tratamiento tópico con esta combinación, se observó que los participantes presentaron disminución en los síntomas de inconfort, daño de la superficie ocular, y los niveles de citoquinas inflamatorias presentes en lágrima, en un esquema de tratamiento de dosis tres veces al día por dos meses. La autora atribuye este resultado a la acción sinérgica entre la trehalosa y el hialuronato de sodio.5

Laihia y Kaarniranta 2020, en un estudio documental sobre los beneficios de la trehalosa a nivel oftalmológico, concluye que este componente será objeto de investigación exhaustiva en el futuro, aumentando exponencialmente las publicaciones científicas para la década 2020. Estos estudios estarán diseñados para comprender mejor el papel de la trehalosa en la señalización del estrés oxidativo, el aclaramiento de proteínas e inflamación, así como el complemento en estudios con modelos animales.1

REFERENCIAS

  1. Laihia J, Kaarniranta K. Trehalose for ocular surface health. Biomolecules. 2020;10(5):1–24.
  2. Yildirim Y, Ozsaygili C, Kucuk B. The short term effect of trehalose and different doses of sodium hyaluronate on anterior corneal aberrations in dry eye patients. Cutan Ocul Toxicol [Internet]. 2020;0(0):1–7. Available from: https://doi.org/10.1080/15569527.2020.1861001
  3. Craig JP, Nichols KK, Akpek EK, et al. TFOS DEWS II Definition and Classification Report. Ocul Surf. 2017;15(3):276–283.
  4. The definition and classification of dry eye disease: report of the Definition and Classification Subcommittee of the International Dry Eye WorkShop (2007) Ocul Surf. 2007;5(2):75–92.
  5. Fariselli C, Giannaccare G, Fresina M, Versura P. Trehalose/hyaluronate eyedrop effects on ocular surface inflammatory markers and mucin expression in dry eye patients. Clin Ophthalmol. 2018;12:1293–300.
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