La superficie ocular es un componente esencial para la salud ocular, y su bienestar está estrechamente relacionado con diversas condiciones entre ellas las ambientales, especialmente la humedad y la temperatura. Estos factores externos juegan un papel fundamental en el equilibrio y la estabilidad de la película lagrimal y en la Unidad Funcional Lagrimal (UFL). (1)(2) La humedad y la temperatura no solo influyen en la producción y evaporación de las lágrimas, sino que también pueden afectar directamente la comodidad ocular y el desarrollo de trastornos en la superficie ocular, como el ojo seco, queratocono y conjuntivitis alérgica. 

Efectos de la temperatura sobre la superficie ocular 

Algunas investigaciones sugieren que la temperatura desempeña un papel clave en el desarrollo de la incomodidad ocular. (3)(4) De hecho, su impacto parece estar relacionado tanto con la actividad somatosensorial en la superficie ocular como con la actividad autonómica. A continuación, se presentan los efectos más comunes asociados a la temperatura: 

Temperatura de la superficie ocular (TSO): la TSO puntual de la córnea central inmediatamente después de un parpadeo en ojos saludables es de alrededor de 34-35°C, disminuyendo a una tasa de ~0,01°C/s entre parpadeos. (5)(6) 

Enfermedad de ojo seco (EOS): en la EOS, la película lagrimal presenta una mayor inestabilidad, lo que provoca un enfriamiento más rápido de la superficie ocular inmediatamente después del parpadeo. Esta inestabilidad se asocia con un aumento en la frecuencia de parpadeo y en el volumen de las lágrimas, lo que agrava el efecto de enfriamiento. El informe DEWS II destaca el impacto de las anomalías neurosensoriales y los cambios de temperatura sobre los receptores sensoriales. 

La termografía infrarroja ha surgido como una herramienta valiosa y no invasiva para diagnosticar y estudiar la EOS. (7) Los estudios han demostrado que la termografía puede detectar diferencias en la temperatura de la superficie ocular (TSO) entre pacientes con ojo seco y personas sanas. Aunque la TSO puede descender más rápido entre parpadeos en presencia de inestabilidad lagrimal, la temperatura media registrada por termografía suele ser más alta en pacientes con ojo seco (32.38 ± 0.69°C) en comparación con los controles (31.94 ± 0.54°C), probablemente debido a procesos inflamatorios subyacentes. También se observa una mayor variación de temperatura en toda la superficie ocular, especialmente entre el limbo y el centro de la córnea, siendo más pronunciada en pacientes con inestabilidad severa de la película lagrimal o con malos resultados en la prueba de Schirmer. (8) 

Olas de calor: de acuerdo con los reportes recientes en salud pública, la contaminación ambiental y con ello el calentamiento global han tenido efecto no solo en el sector agrícola, económico, sino también sobre la salud ocular. Las temperaturas extremas pueden empeorar los trastornos de la superficie ocular como la EOS, la conjuntivitis y la fotoqueratitis. Las olas de calor aumentan las tasas de evaporación de las lágrimas, lo que provoca mayor sequedad e irritación ocular. (2) 

Por otro lado, se ha demostrado que estos eventos ambientales pueden inducir modificaciones epigenéticas en la superficie ocular, lo que podría provocar un mayor daño en la UFL. Esto subraya la necesidad de seguir investigando el tema. (9) 

Efectos de la humedad 

La humedad es un factor ambiental crucial que influye de manera significativa en la salud y el bienestar. Este término hace referencia a la cantidad de vapor de agua presente en el aire, y su nivel puede variar según la estación del año, la ubicación geográfica y las condiciones climáticas. Un nivel adecuado de humedad es esencial para mantener el equilibrio del cuerpo humano, ya que influye en la hidratación de la piel, las vías respiratorias y los ojos. No obstante, tanto la humedad excesiva como la escasa pueden tener efectos adversos en la salud. (2) 

En niveles elevados de humedad, el aire tiende a volverse pesado y dificultar la transpiración, lo que genera incomodidad y aumenta el riesgo de problemas respiratorios, como asma o alergias. Además, estas condiciones favorecen la proliferación de hongos, bacterias y ácaros, lo que a su vez incrementa la incidencia de enfermedades respiratorias y afecciones cutáneas. 

Por otro lado, cuando la humedad es insuficiente, como en ambientes secos, el aire puede deshidratar la piel y las mucosas, favoreciendo la aparición de problemas como sequedad ocular, irritaciones respiratorias, y la deshidratación general del cuerpo. (10) 

Humedad relativa (HR): niveles más altos de HR (por ejemplo, 65 %) resultan en una TSO ligeramente más alta en comparación con los niveles más bajos de HR (por ejemplo, 45 %). Esto se debe a que una mayor humedad reduce las tasas de evaporación de las lágrimas, lo que ayuda a mantener una película lagrimal más estable. 

Importancia en la película lagrimal 

La película lagrimal es esencial para mantener una superficie ocular saludable. Consiste en tres capas: la capa lipídica, acuosa y mucosa. La humedad en el aire influye en la tasa de evaporación de la película lagrimal. En ambientes con baja humedad, las lágrimas se evaporan más rápidamente, lo que provoca síntomas de ojo seco como incomodidad, enrojecimiento e irritación. (10) En cambio, la alta humedad puede ayudar a prevenir la evaporación excesiva, manteniendo óptimos niveles de humedad en la superficie ocular. Los ambientes de baja humedad aceleran la evaporación de las lágrimas, empeorando los síntomas del ojo seco. Por el contrario, una mayor humedad puede aliviar estos síntomas al estabilizar la película lagrimal. 

Este factor también es de gran importancia clínica a la hora de evaluar la fase mucinoacuosa de la lágrima, particularmente en las primeras fases del patrón de ferning, ya que el patrón de cristalización de la lágrima puede variar según la temperatura y humedad relativa. (11) 

La baja humedad también puede inducir una sobreproducción de lágrimas como mecanismo de defensa para contrarrestar la evaporación aumentada. Sin embargo, una producción excesiva de lágrimas no siempre resuelve el problema, especialmente en condiciones como la EOS, donde la calidad de la película lagrimal está comprometida. 

Interacción entre la temperatura y la humedad 

Las temperaturas ambientales más bajas (por ejemplo, 5°C) provocan una caída significativa en la TSO, reducción del grosor de la capa lipídica y tiempos más cortos de ruptura de la película lagrimal, todos los cuales contribuyen a los síntomas del ojo seco. Por lo tanto, es una variable por considerar durante la exploración ocular. (4) 

Además, la superficie ocular pierde calor a través de la radiación y la evaporación. En los ojos secos, la mayor evaporación, causada por una capa lipídica deficiente, agrava el enfriamiento, lo que hace que la superficie ocular sea más susceptible a las fluctuaciones de temperatura. Esto puede inducir cambios que se asocian con anomalías neurosensoriales en la UFL. (2) 

Tanto la baja humedad como las temperaturas extremas son factores de riesgo importantes para el desarrollo de la enfermedad del ojo seco (EOS). En esta condición, la película lagrimal es insuficiente en cantidad o calidad, lo que genera incomodidad y puede causar daño en la superficie ocular. La enfermedad se ve empeorada por las condiciones ambientales, especialmente en climas con temperaturas extremas (ya sean frías o cálidas) o baja humedad, ya que estos factores alteran la película lagrimal y provocan una evaporación más rápida de las lágrimas. En este sentido, identificar un factor ambiental como causa etiológica de la EOS será fundamental para diseñar enfoques terapéuticos más personalizados. 

Estrategias de manejo y respuestas adaptativas 

A pesar de ser una realidad global, los cambios ambientales y con ello un efecto directo sobre la humedad y la temperatura, en el abordaje terapéutico, se pueden emplear algunas estrategias para minimizar el efecto sobre la superficie ocular y con ello la reducción de signos y síntomas oculares. Entre ellos se resalta: 

Lubricación ocular: en ambientes con baja humedad o temperaturas extremas, el uso de lágrimas artificiales puede ayudar a compensar la falta de humedad en la superficie ocular. 

Humidificadores: en ambientes interiores con baja humedad, el uso de humidificadores puede ayudar a mantener una película lagrimal más estable. 

Protección ocular: el uso de gafas o gafas protectoras puede ayudar a proteger los ojos del viento, el polvo y el aire seco, reduciendo el impacto de los factores ambientales en la superficie ocular. (2)(12)

Figura 1. Un modelo donde se explican los posibles mecanismos clínicos de la tensión térmica en el ojo y efecto preferible de las MG. (12)

Conclusiones 

Tanto la temperatura como la humedad desempeñan un papel fundamental en la salud de la superficie ocular, especialmente en el contexto de la EOS. Las variaciones en estos factores ambientales pueden afectar significativamente la estabilidad de la película lagrimal y la evaporación de las lágrimas, aumentando la osmolaridad lagrimal, lo que contribuye a la incomodidad y el daño ocular característico de esta afección. Monitorear y controlar las condiciones ambientales, como la temperatura y la humedad, resulta esencial para gestionar de manera efectiva los trastornos de la superficie ocular. De igual manera, la identificación y comprensión fisiopatológica de cómo estos factores influyen en la EOS pueden ser clave para el desarrollo de intervenciones terapéuticas más personalizadas y eficaces. 

Finalmente, la implementación de estrategias que modulen estos factores ambientales puede mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes, al reducir los síntomas y prevenir daños mayores en la superficie ocular a largo plazo. Por lo tanto, es fundamental que este problema sea abordado a través de nuevas políticas y estrategias en salud pública. 

Referencias 

  1. Jung SJ, Mehta JS, Tong L. Effects of environment pollution on the ocular surface. Ocul Surf [Internet]. 2018;16(2):198–205. Available from: https://doi.org/10.1016/j.jtos.2018.03.001
  2. Alves M, Asbell P, Dogru M, Giannaccare G, Grau A, Gregory D, et al. TFOS Lifestyle Report: Impact of environmental conditions on the ocular surface. Ocul Surf [Internet]. 2023;29:1–52. Available from: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1542012423000332
  3. Masmali AM, Maeni YA, El-Hiti GA, Murphy PJ, Almubrad T. Investigation of Ocular Tear Ferning in Controlled and Uncontrolled Diabetic  Subjects. Eye Contact Lens. 2018 Nov;44 Suppl 2:S70–5. 
  4. Su T-Y, Chang S-W. Normalized ocular surface temperature models for tear film characteristics and dry  eye disease evaluation. Ocul Surf. 2020 Apr; 
  5. Deng Q, Braun RJ, Driscoll TA, King-Smith PE. A MODEL FOR THE TEAR FILM AND OCULAR SURFACE TEMPERATURE FOR PARTIAL BLINKS. Interfacial Phenom heat Transf [Internet]. 2013;1(4):357–81. Available from: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25635242
  6. Sharanjeet-Kaur, Ho CY, Mutalib HA, Ghazali AR. The Relationship Between Tear Ferning Patterns and Non-invasive Tear Break-up  Time in Normal Asian Population. J Optom. 2016;9(3):175–81. 
  7. Morgan PB, Tullo AB, Efron N. Infrared thermography of the tear film in dry eye. Eye (Lond). 1995;9 ( Pt 5):615–8. 
  8. Yamaguchi M, Kawasaki S, Kamao T, Matsumoto M, Yamamoto Y, Hara Y, et al. Dry Eye Diagnosis Using Ocular Surface Thermography During a Short Period of Sustained Eye Opening. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2009 Apr 28;50(13):521. 
  9. McMonnies CW. Epigenetic Mechanisms Might Help Explain Environmental Contributions to the Pathogenesis of Keratoconus. Eye Contact Lens [Internet]. 2014;40(6). Available from: https://journals.lww.com/claojournal/Fulltext/2014/11000/Epigenetic_Mechanisms_Might_Help_Explain.9.aspx
  10. Bilkhu P, Wolffsohn J, Purslow C. Provocation of the ocular surface to investigate the evaporative pathophysiology of dry eye disease. Contact Lens Anterior Eye. 2021;44(1):24–9. 
  11. Masmali AM, Al-Bahlal JM, El-Hiti GA, Akhtar S, Purslow C, Murphy PJ, et al. Repeatability and Diurnal Variation of Tear Ferning Test. Eye Contact Lens. 2015 Sep;41(5):262–7. 
  12. Shao Y, Wu J, Wu P, Liu X, Shen J, Zhang L, et al. Emphasis on heat strain to the ocular surface: A functional and clinical study of  a modified goggle. Front public Heal. 2022;10:955443. 

Sandra Carolina Durán Cristiano, O.D 

Estudiante Doctorado Universidad Complutense de Madrid. 

Docente de la Facultad de Medicina del programa de Optometría de la Universidad CES 

Editora del Área de Superficie Ocular