La tiflotecnología, inicialmente pensada para personas con ceguera total —de ahí su raíz etimológica “tiflos”—, ha evolucionado hacia un enfoque más amplio, integrando soluciones para quienes tienen baja visión y aún cuentan con un resto visual funcional. Hoy, estas herramientas tecnológicas no solo son más accesibles, sino también más comunes: muchas se encuentran integradas en dispositivos que usamos a diario sin darnos cuenta de su potencial inclusivo.

Más allá de facilitar tareas cotidianas, la tiflotecnología busca fomentar la autonomía, la productividad y la participación plena de las personas con discapacidad visual. Este artículo se centra en las herramientas más relevantes para quienes viven con baja visión.

¿Qué es la tiflotecnología?

Es el conjunto de dispositivos y recursos tecnológicos diseñados para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad visual. Aunque en sus inicios se centró en la ceguera total, hoy incluye una variedad de soluciones adaptadas para personas con baja visión, permitiendo aprovechar al máximo su resto visual.

Herramientas disponibles para baja visión

Software parlante y de modificación de pantalla
Estos programas permiten a los usuarios escuchar el contenido de la pantalla, dictar comandos o interactuar por teclado. Algunos ajustan el contraste o la intensidad lumínica, facilitando la lectura en condiciones visuales complejas como retinosis pigmentaria u opacidades de medios. Son esenciales para personas en entornos laborales o académicos.

Lupas electrónicas
Más avanzadas que las ópticas, ofrecen mayor ampliación y contraste, eliminando distorsiones periféricas. Pueden ser portátiles o conectarse a pantallas, y aunque su costo es elevado, su funcionalidad compite con cámaras de celulares de alta gama. Resultan útiles para niños en edad escolar, adultos con largas jornadas laborales y mayores con tareas domésticas.

Aplicaciones móviles para reconocimiento de objetos y luz
Existen apps que identifican billetes, colores o fuentes de luz, útiles tanto para personas ciegas como con baja visión. Son prácticas y de bajo costo, ideales para tareas cotidianas.

Lentes inteligentes con inteligencia artificial
Estos dispositivos emergentes describen el entorno en tiempo real, identifican personas y objetos, y prometen revolucionar la vida de los usuarios. Aunque aún son costosos y están en fase temprana, su desarrollo avanza rápidamente.

Prescripción: ¿a quién y cómo?

Estas herramientas deben ser prescritas a personas con alta demanda visual, necesidad de autonomía prolongada y capacidades cognitivas adecuadas. Aunque priorizan a quienes están integrados laboral o académicamente, también existen soluciones sencillas para otros perfiles, como adultos mayores o niños en formación. La clave está en el acompañamiento y capacitación.

América Latina: un panorama en construcción

En la región, estas tecnologías están presentes, pero su acceso depende del esfuerzo de profesionales comprometidos y de la movilización de las comunidades usuarias. A diferencia de Europa, donde su comercialización es más amplia, en América Latina aún se enfrentan desafíos de distribución y disponibilidad.

Conclusión

La tiflotecnología representa un puente entre la discapacidad visual y la autonomía funcional. No solo responde a necesidades individuales, sino que también plantea un reto profesional: estar al día con las innovaciones y saber cómo integrarlas. En el simposio de baja visión de Franja 2025, el próximo viernes 16 de mayo a las 8:00 a. m., se abordará esta revolución tecnológica que redefine el horizonte de las ayudas visuales.

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