Editor de Franja Visual,
Área: Superfície Ocular
Las intervenciones quirúrgicas a nivel ocular son cada vez más frecuentes y, por tanto, la cantidad de pacientes que llegan a consulta con este antecedente es mayor.
Un ejemplo de ello es aquel paciente que ha recibido tratamiento para su defecto refractivo con técnicas como el LASIK o la PRK, que, aunque no es competencia del optómetra, puede continuar con las revisiones posteriores a la intervención. En estos controles es importante estar pendientes del comportamiento del epitelio corneal y su interacción con la matriz lagrimal; en muchas ocasiones, el nivel o capacidad de adherencia disminuye por lo que se requieren lubricantes que regularicen esta condición, el polietilenglicol y propilenglicol, los alcoholes polivinílicos y el ácido poliacrílico son muy buenas opciones para este fin terapéutico.
Por otro lado, aquellos pacientes que tiene antecedente de resección de pterigión también pueden presentar algunos problemas de lubricación, principalmente en la zona donde se encontraba el ápice, el cual generalmente se reseca y requiere de un suplemento un poco más viscoso como lo son los derivados de la celulosa o las presentaciones en gel oftálmico, incluso algunos casos requieren un tratamiento complementario con corticoides de baja penetración como la fluorometalona.
Por último, quiero hacer una recomendación frente a los pacientes que han sido operados de catarata y eventualmente requieren o desean usar lentes de contacto posterior a la intervención. Es conocido que, en muchos de estos casos, el número de células endoteliales está disminuido y los niveles de oxigenación son fundamentales para mantener una homeóstasis adecuada y evitar descompensaciones, por tanto, dentro del ejercicio clínico de la superficie ocular es fundamental enviar un recuento endotelial antes de pensar en una adaptación de lentes de contacto.
Como siempre, un agradecimiento por invertir parte de su tiempo en leer este tipo de reflexiones académicas. Un cordial saludo a todos.
