Editora del Área de Moda
¿Seguir la tendencia de la moda o quedarse con el estilo propio? Es una pregunta frecuente que me hacen en redes sociales. Y me alegra mucho, porque hace parte de tu interés por lucir mejor y expresar tu forma de ser. Asimismo, incluye esa necesidad que tenemos de querer ser parte de algo, que quizá refuerce o nos hace perder nuestra originalidad.
Recuerda que estamos hablando de vestir tu rostro, el de tus clientes y pacientes. De aprovechar esta oportunidad de estimular la estética y la moda en la cara, la parte más visible de tu cuerpo y prácticamente tu imagen. Entonces, queremos que tú y tus clientes luzcan muy bien, ojalá con las tendencias de la moda al tiempo que se fortalece tu estilo propio. ¿Cómo lograr este equilibrio?
Como expertos y asesores responsables de la imagen de nuestros usuarios sugiero que los llevemos a pensar en este tema tan importante para sus vidas, más aún ahora cuando la imagen del rostro es quizá lo único que están viendo los demás de nosotros debido a la vida digital que vivimos. Así que te invito a pensar en tu estilo y la tendencia de la moda de los anteojos para que puedas trasladar tu experiencia. Revisemos un poco el tema:
Las tendencias están divididas en cuatro:
1. Megatendencias: se mantienen por más de una década y son consideradas un clásico. Por ejemplo, las monturas tres piezas. 2. Macrotendencias: duran en moda más de 5 años. Por ejemplo, las monturas tipo piloto. 3. Microtendencias: duran de 1 a 5 años. Por ejemplo, las monturas mariposa. 4. FAD: Tendencias que no duran ni una temporada. Por ejemplo, las micromonturas.
Las tendencias se presentan en diferentes segmentos de la economía, las hay en el área de la arquitectura, de las comidas, de los video juegos, etc. En otras palabras, todos nosotros como consumidores, estamos habituados a vivir con estas e incluso a seguirlas.
Y ¿de dónde vienen las tendencias? Son creadas y destacadas por empresas especializadas en “coolhunting” profesionales que analizan el comportamiento del consumidor con base en factores económicos, políticos, sociales, ambientales e incluso de salud. Pero no solo inician una tendencia, sino que predicen lo que sucederá hasta 2 años en adelante. Cuando se presenta al público, en general se hace a través de grandes empresas de las diferentes industrias quienes se encargan de hacerlas conocer al mundo con campañas de publicidad, relaciones públicas, mega influenciadores, eventos, películas, etc. En nuestra industria un buen canal para presentar tendencias son los grandes eventos de la industria donde las empresas presentan sus nuevas colecciones, como Franja en Latino América, Visión Expo en EE. UU, Silmo y Mido en Europa y luego nosotros las trasladamos a nuestros consumidores. Las tendencias sirven para estar a la vanguardia de la moda en nuestro caso.
Por el otro lado tenemos el estilo personal. En el mundo de la asesoría de imagen manejamos siete estilos universales que describen la personalidad, hobbies, y muchas veces trabajo de una persona:
1. Natural o deportivo: aquella persona que prefiere la comodidad antes de todo. 2. Clásico: aquella persona que sigue las normas y reglas. Prefiere ser sobrio que ostentoso. 3. Elegante: variación de la persona clásica, pero más interesada en usar prendas o marcas de alto nivel y muy buena calidad. Prefieren la elegancia antes que la comodidad. 4. Romántico: aquella persona que le encantan los detalles, colores suaves y líneas curvas. 5. Seductor: aquella persona que le gusta que la miren, usa los colores fuertes y estampados de animal. 6. Creativo: aquella persona que ama los colores y las combinaciones. No tiene límite con color o textura. 7. Dramático: aquella persona imponente, que les gusta la mezcla de elegancia con rudeza.
Teniendo claro estos 7 estilos, es importante que apoyemos a nuestro cliente a identificar qué estilo es o qué quiere proyectar. Como lo más importante es sentirse bien, que tus monturas reflejen tu forma de ser en los diferentes momentos de tu vida, la recomendación para asesorar es estar enfocados en un 70 % en estilo personal y 30% en la tendencia. Así estarás vistiendo su rostro de una manera muy profesional y tu cliente te lo agradecerá con compras, recompras y recomendaciones. Esta forma de asesorar permitirá que, aunque la tendencia pase de moda nuestro cliente mantenga su estilo y al tiempo se sentirá motivado a ver lo nuevo que hay en la moda.
