La retinopatía hipertensiva es el conjunto de alteraciones que tienen lugar en la retina causadas por la hipertensión arterial. Expertos de la compañía española Admira Visión1 brindan algunos puntos clave a tener en cuenta sobre este tema.
¿A qué se debe la pérdida de visión en la retinopatía hipertensiva?
El incremento de la tensión arterial altera los vasos sanguíneos. En la retina existen multitud de arterias y venas que recorren su superficie. Cuando la tensión arterial aumenta, los vasos y los tejidos que los rodean sufren alteraciones: aumento de permeabilidad, que provoca la salida de líquido y sustancias del plasma hacia la retina. Algunos vasos sufren una importante contracción, disminuyendo el flujo sanguíneo hacia algunas regiones de la retina que quedan dañadas por la falta de riego sanguíneo. También pueden producirse hemorragias debidas al daño sufrido por los vasos. La salida de líquido procedente de estos puede dar lugar, finalmente, a edema de la retina.
En los casos más graves, puede afectarse también la coroides (capa que rodea a la retina), dando lugar a coroidopatía hipertensiva. Cuando la enfermedad está muy avanzada acaba afectando al nervio óptico. Se denomina papiledema la acumulación de líquido en el tramo inicial del nervio óptico (llamado papila óptica). Ambos son signos avanzados de hipertensión y pueden acompañarse de alteraciones significativas de la visión.
- Mal control de la presión arterial crónicamente elevada.
- Diabetes mellitus.
- Consumo de tabaco.
- Embarazo.
- Niveles altos de colesterol y triglicéridos.
- Ser mayor de 50 años.
- Diversos factores genéticos.
¿Qué pueden hacer los especialistas?
El principal método para diagnosticar la retinopatía hipertensiva es mediante el estudio del fondo de ojo, que consiste en el análisis de la retina y sus vasos por medio de un oftalmoscopio. Es una prueba sencilla e indolora que se realiza en pocos minutos.
Además, hoy en día es posible filmar o fotografiar el fondo de ojo y conservar una imagen para compararla con otras futuras para seguir la evolución del paciente.
La angiografía con fluoresceína permite el registro de la imagen del fondo de ojo tras la inyección de un contraste que se distribuye a través de la circulación sanguínea. Esta técnica puede resultar de utilidad para valorar la gravedad de la enfermedad, sobre todo en aquellos casos en que existen patologías asociadas como la retinopatía diabética.
Fuente:
Adaptado de: Retinopatía hipertensiva
https://www.admiravision.es/es/patologia/retinopatia-hipertensiva#.XNMJaI5KjIW
Imagen tomada de:
https://www.msdmanuals.com/-/media/manual/professional/images/c0034416-hypertensive_retinopathy-moderate-science-photo-library-high_es.jpg?la=es&thn=0
Good article. I am dealing with a few of these issues as well..