Para la adaptación de lentes de contacto, es fundamental que la superficie ocular esté sana. Por ello, es fundamental realizar una evaluación exhaustiva y un manejo adecuado la superficie.
El ojo seco es una condición patológica multifactorial que afecta la superficie ocular, que en la consulta general se debe empezar a ver con ojos diferentes, no solo por tratarse de una condición que afecta la agudeza visual, sino que también altera la fisiología propia del ojo y el estado del paciente en general.
Esta condición visual puede presentar síntomas irritativos que pueden representar una afectación real para el estilo de vida y para la calidad de vida del paciente. Se debe entender esta condición no solo como un problema relacionado con la lágrima, sino como un fenómeno que involucra diversos factores incluyendo factores sistémicos patologías subyacentes, efectos secundarios de algunos tipos de medicamentos y por supuesto con el entorno en el que se encuentra el paciente.
Es esencial que en la consulta clínica se realice un análisis detallado y no se centre únicamente en la condición propia de la lágrima. La investigación debe ser multifacética, considerando tanto parámetros clínicos como los factores externos que pueden influir en la condición ocular del paciente. Se deben estudiar todos los factores que influyen a la par con esos parámetros clínicos que permiten hacer un diagnóstico asertivo y por supuesto también un manejo multifactorial y multidisciplinario.
Se invita a todos los profesionales de la salud visual a examinar a sus pacientes con sospecha o confirmación del síndrome de ojo seco de manera integral. Este enfoque permitirá un diagnóstico más acertado y un tratamiento más efectivo, mejorando así la calidad de vida del paciente.
José Joaquín Guerrero, optómetra clínico egresado de la Universidad de La Salle, nos habla, en el siguiente video, acerca del manejo del ojo seco en la consulta clínica.