En la primera parte de este artículo se presentó la información correspondiente a la miopía patológica con sus hallazgos respectivos. En esta edición se muestra un caso clínico donde se evidencia cómo la OCT permite hacer el diagnóstico preciso y el seguimiento en el tiempo.
CASO CLÍNICO
Mujer de 37 años con miopía alta usuaria de anteojos que usa esporádicamente lentes de contacto.
Tiene en OD -21.00-2.25×40
OI -18.00 Esf
Presentaba habitualmente:
AV OD 20/50 con corrección
OI 20/40 con corrección
Motivo de consulta: Progresivamente ha venido presentando disminución de la visión en OD, razón por la que acude a consulta.
Valoración: En el examen se evidencia una retinopatía miópica con compromiso macular exudativo del ojo derecho que fue confirmado mediante imágenes de OCT: en la tomografía se determina la presencia de una membrana neovascular coroidea en el OD (Ver imagen 1) y una atrofia retiniana parcial del OI sin componente exudativo. (Ver imagen 2). Con diagnóstico de miopía degenerativa con componente neovascular del OD.
Tratamiento: Se instaura tratamiento con antiangiogénicos intravítreos tipo ranibizumab para el ojo derecho, la paciente está pendiente de regresar a control con OCT por parte del departamento de retina, para evaluar la evolución del proceso exudativo y neovascular posterior a la inyección.
DISCUSIÓN
La miopía patológica es una afección relativamente común en el consultorio y generalmente el paciente miope acude por disminución de la visión.
Esta entidad se define como un error refractivo mayor o igual a -6,00 D, con aumento del diámetro anteroposterior del ojo. La elongación del globo ocular se relaciona con lesiones de la retina, coroides y esclera. Comúnmente se acompaña de degeneraciones retinianas y atrofias retinocoroideas, así como de estafiloma posterior.
La miopía patológica es una de las afecciones que pueden desencadenar la neovascularización en el área macular. La alteración compromete el complejo epitelio pigmentario de la retina (EPR), la membrana de Bruch y la coriocapilar, desencadenando una membrana neovascular (MNV), ya sea en el espacio entre la coriocapilar y el EPR o entre el EPR y la retina neurosensorial, que se llamaría neovascularización coroidea (NVC), o en el segundo caso se denominaría neovascularización subretiniana.
Existen diferentes factores que contribuyen a la formación de la neovascularización, incluyendo la hipoxia, inflamación, engrosamiento de la membrana de Bruch y el incremento de las moléculas angiogénicas, especialmente el factor de crecimiento vascular endotelial (vascular endotelial growth factor _VEGF, por su sigla en inglés). En el caso de la miopía patológica no está bien esclarecida como se lleva a cabo la MNV pero su aparición se relaciona con las estrías de laca secundarias al elongamiento del globo ocular.
La NVC secundaria a miopía resalta como una de las principales causas del deterioro de la visión en los pacientes que la sufren.
La neovascularización produce una pérdida visual rápida, indolora, generalmente asociada con metamorfopsias. Con el examen del fondo de ojo se diagnostica una lesión macular grisácea, redondeada o elíptica, pequeña, en la fóvea o muy próxima a ella. Es elevada, puede asociarse con desprendimiento de retina seroso o hemorragia, así como hiperpigmentación de grado variable. Es frecuente encontrar rupturas de la membrana de Bruch (estrías de laca) que concomitan con esta lesión. Puede evolucionar espontáneamente hacia la formación de una cicatriz fibrosa o dar lugar, con el paso de los meses y años a una zona de atrofia coriorretiniana.
La tomografía de coherencia óptica se ha constituido en un medio muy útil que proporciona datos de la morfología de la mácula y datos cuantitativos de su grosor y volumen. Además, todos estos elementos constituyen una herramienta poderosa en la evaluación después de la aplicación de algún tratamiento.
CONCLUSIÓN
La OCT ha permitido hacer visible nuevas alteraciones patológicas invisibles hasta ahora para el oftalmoscopio. Estas alteraciones son responsables de pérdidas cualitativas y cuantitativas de visión en pacientes con miopía patológica.
Este caso clínico permite ver como es de importante y recomendable obtener sistemáticamente imágenes mediante tomografía de coherencia óptica de todos los pacientes miopes, durante sus revisiones oftalmológicas rutinarias aún en ausencia de sintomatología.
Caso clínico presentado por Mauricio Galindo, M.D. Oftalmólogo, especialista en retina.
REFERENCIAS
– Lapido S, González RE, Rodríguez V, González Y, Baldoquín W, Rúa R. Características del fondo de ojo en niños con miopía alta Revista Cubana de Oftalmología. Volumen 26, Número 1 (2013).
– Soubrane G, Coscas GJ. Choroidal neovascular membrane in degenerative myopia. In: Ryan SJ, Schachat AP, editors. Retina. 4ta ed. Philadelphia: Elsevier-Mosby; 2006. p. 1115-31.
– Ohno-Matsui K, Ikuno Y, Yasuda M, Murata T, Sakamoto T, Ishibashi T. Myopic Macular Degeneration. In: Ryan SJ, editor. Retina. Philadelphia: Elsevier Saunders; 2013. p. 1256-66.
Info tomada de: Equipo editorial Grupo Franja