En los últimos años, un alto número de personas ha presentado enfermedades de la superficie ocular, caracterizadas por diversas etiologías, síntomas y hallazgos clínicos. Estas afecciones suelen estar relacionadas con inflamación, déficit de la lágrima por disminución de su producción y/o su evaporación y, frecuentemente, una marcada fotofobia. Estos problemas limitan de manera significativa las actividades cotidianas de quienes las padecen. 

En general, una vez diagnosticados los casos en consulta, habitualmente estos pacientes son tratados con sustitutos lagrimales, antihistamínicos, antinflamatorios (AINES o esteroideos) que, aunque son una gran ayuda para abordar los síntomas, en realidad ninguno de ellos elimina por completo la molestia generada por la luz. Aquí es donde los optómetras desempeñan un rol crucial, al complementar el tratamiento farmacológico con el uso y la prescripción adecuada de tratamientos ópticos personalizados.

La transmitancia en los lentes oftálmicos

Dentro de las características ópticas que presentan los diferentes materiales que existen para fabricar lentes oftálmicos, se encuentra la transmisión o transmitancia de la luz, una propiedad clave que representa el porcentaje de radiación que atraviesa dicho medio transparente (material) y llega al ojo. Este valor varía según el índice de refracción del material:

  • Índice bajo de refracción: corresponde al 92 % de transmitancia.
  • Índice medio: 90 % de transmitancia.
  • Alto índice: 84 % de transmitancia.

Aunque estos niveles son adecuados para la mayoría de las personas, resultan insuficientes para quienes padecen fotofobia causada por enfermedades de la superficie ocular.

Opciones ópticas para fotofobia

El apoyo óptico al tratamiento farmacológico consiste en la prescripción de lentes que brinden la corrección visual adecuada para el paciente, adicionándoles un tratamiento complementario como la tinción (color), lentes fotosensibles o lentes polarizados, según las necesidades específicas para cada caso. 

  1. Lentes teñidos: estos lentes ofrecen tonalidades que se clasifican del 0 al 4, con niveles de transmitancia que oscilan entre el 3 % y el 75 %. Esta variabilidad permite ajustar la protección para disminuir el grado de fotofobia reportado en la consulta.
  2. Lentes fotosensibles: con las tecnologías actuales, estos lentes pueden oscurecerse hasta un 85 % y un 90 % cuando se activan, lo que significa que solo transmiten al ojo entre un 15 % y un 10 % de radiación visible, valores que también pueden beneficiar al paciente que presenta una patología de superficie ocular. 
  3. Lentes polarizados: gracias a su tecnología de fabricación y organización de los rayos lumínicos que pasan a través de él, reducen la transmisión de luz hasta un 7% de luz. Este tratamiento además de disminuir la fotofobia ofrece el beneficio adicional de mejorar la estereopsis, proporcionando mayor comodidad.

Conclusión

El manejo integral de las enfermedades de la superficie ocular requiere un enfoque que combine el tratamiento farmacológico con soluciones ópticas personalizadas. Este abordaje no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también optimiza los resultados terapéuticos.

Referencias

  • Diaz, A., Goñi, E., & Masis, M. (2021). Time Course Analysis of Visible and Ultraviolet Light Transmissivity. Ciencia y Tecnología para la Salud Visual y Ocular, 19(1), 31-38.
  • – Perdomo Ospina, C. (2009). Fundamentos en lentes oftálmicos. Bogotá: Ediciones Unisalle.
  • Rodriguez Torres, L., Porras Machado , D., Villegas Guzmán, A., & Molina Zambrano , J. (2010). Relación de índice de enfermedad de la superficie ocular con pruebas objetivas y tratamiento del ojo seco. Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología, 85(2), 70-75.

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