Los lentes oftálmicos son una opción para el control de la miopía, por ejemplo, los bifocales ejecutivos, tienen una eficacia que logra hasta un 55% de control, aunque para muchos niños el aspecto estético no sería favorable. Igualmente, pueden ser una oportunidad para los especialistas de la visión.
Los lentes con diseño progresivo y bifocal para el control de la miopía reducen el desenfoque en la retina a través del control de la acomodación y también al influir en la retina periférica. Estos lentes ayudan a reducir la progresión de la miopía en niños que están predispuestos a niveles específicos de fatiga visual, como retraso de acomodación, relación acomodación por convergencia acomodativa alta y endoforia en visión próxima. Pueden estar contraindicados en algunos niños así que estos lentes sólo deben considerarse después de una evaluación visual a fondo del niño.
Un ejemplo de estos son los lentes: Myopilux Pro y Myopilux Max desarrollados por Essilor. El Myopilux Pro, es un lente progresivo diseñado especialmente para niños asiáticos y el Myopilux Max es un lente bifocal ejecutivo que incorpora corrección prismática en el segmento de lectura. Los estudios vinculados a estos dos tipos de lentes, muestran un enlentecimiento moderado de la progresión de la miopía en niños, traduciéndose en una menor progresión de la miopía central.
También se encuentran los lentes centrados en miopizar la periferia tratando de conseguir, mediante distintas geometrías, inducir un desenfoque miópico en la retina periférica al mismo tiempo que corrigen el defecto refractivo central. Un ejemplo es el lente monofocal MyoVision desarrollado por Zeiss en colaboración con Vision CRC, que tiene tecnología de control de visión periférica.
Conviene que el especialista de la visión tenga muy claro las posibilidades disponibles para tratar personas miopes que tienden a aumentar su poder dióptrico y con base en estas alternativas establecer un plan de trabajo que puede desarrollarse utilizando lentes oftálmicos.