La doctora Karen DeLoss, OD, en su columna Specialty Lens Space del boletín
Contact Lenses Today, habla sobre la importancia de usar lentes especiales para algunas alteraciones específicas en niños y adultos:
Aunque los pacientes Áfacos ciertamente no son comunes, ocasionalmente acudirán a su consultorio u óptica. Para los pacientes pediátricos que son áfacos, los lentes especiales juegan un papel fundamental en el desarrollo del sistema visual. Para los pacientes adultos, es probable que las indicaciones se deban a traumatismos o afecciones raras como la aniridia. Dependiendo del paciente, aunque los lentes blandos comerciales son una opción, los lentes especiales pueden adaptarse mejor.
Los lentes blandos especiales son una buena opción y pueden estar indicados para bebés debido a sus córneas especialmente curvas. Con lentes blandos especiales, la gama de potencias, diámetros y curvas de base ofrecen una mayor flexibilidad a pacientes de todas las edades y permiten una mejor relación de adaptación. Los lentes gas permeables (GP) pueden ser difíciles de adaptar; debido a la alta potencia indicada, los lentes pueden asentarse en la parte inferior. Estos obstáculos de adaptación se contrarrestan pidiendo el lente más delgado posible en un material liviano. La mayoría de los fabricantes de lentes de contacto han trabajado en los diseños de lentículos del lente y la resolución de otros problemas comunes asociados con los lentes de alta potencia.
Por último, los lentes esclerales también son una excelente opción para los pacientes áfacos, ya que se estabilizan bien y pueden ayudar a quienes tienen enfermedades de la superficie ocular, como nuestros pacientes anirídicos. Sin embargo, la desventaja es nuevamente la potencia, que aumentará el espesor del centro. Por tanto, la hipoxia es motivo de preocupación. Esto puede evitarse solicitando una curva base más plana o incorporando parcialmente la prescripción en la lente y complementando el resto de la prescripción en anteojos sobre el lente.
