El desarrollo de lentes de contacto (LC) con diseños y materiales cada vez más versátiles, ha permitido la corrección de alteraciones refractivas más complejas. Actualmente, existen diversas recomendaciones para su uso en niños, incluyendo opciones de LC descartables diarios. Incluso, se ha sugerido su uso desde edades muy tempranas, como bebés que requieren de una corrección óptima, especialmente para evitar la ambliopía.

Las ventajas funcionales que brindan los LC en los niños son claras; por ejemplo, su creciente popularidad en el manejo de la miopía. Además, se reconoce su impacto positivo en la autoestima infantil, facilitando la interacción social, asegurando un estímulo visual adecuado para promover el desarrollo del niño y fomentando la práctica segura del deporte.

Sin embargo, a pesar de sus beneficios, es fundamental reflexionar acerca de la seguridad de su uso en esta población.  de los LC en esta población tan especial. Uno de los desafíos para evaluar este aspecto es que la mayoría de los estudios sobre complicaciones han sido realizados en adultos. De hecho, la cantidad de ensayos clínicos en niños es limitada dada la característica que poseen de ser población vulnerable.

Por lo mencionado anteriormente, Tomiyama y colaboradores (2024) realizaron una revisión exhaustiva de la literatura con el fin de determinar la seguridad del uso de LC en niños. En los estudios analizados, se reportó, por ejemplo, que para, la ortoqueratología, los eventos adversos más comunes en los niños fueron: queratitis punteada superficial (60 % de los estudios) seguida de queratitis infiltrativa y abrasión corneal (16 % cada una). También se reportaron conjuntivitis alérgica, úlceras periféricas, queratitis microbiana y conjuntivitis papilar.

Para el caso de los LC blandos, la tinción corneal se reportó en el 45% de los estudios, seguida de la queratitis infiltrativa (41 %). También se mostró que la tasa de descontinuación de los LC fue del 36%. En el caso de los niños usuarios de lentes de contacto rígidos gas permeables (RGP), la incidencia de complicaciones reportada fue menor, siendo la tinción punteada el hallazgo más frecuente, seguida de la conjuntivitis alérgica.

En cuanto a la selección de estudios, la revisión exploratoria incluyó 73 investigaciones publicadas entre 1983 y 2023, con un aumento significativo en las publicaciones desde 2018. Esto refleja un creciente interés en la investigación sobre lentes de contacto en la población pediátrica y un mayor uso de estos dispositivos en niños. La ortoqueratología fue la modalidad más estudiada, lo que confirma su popularidad en el control de la miopía. Además, se destacó que una de las principales razones para adaptar LC en niños es la corrección de defectos refractivos elevados y la anisometropía.

Un hallazgo relevante es que la incidencia de eventos infiltrativos corneales fue menor en niños de 8 a 12 años en comparación con adolescentes de 13 a 17 años. Este fenómeno merece mayor investigación, ya que los estudios revisados incluyeron niños y adolescentes de 6 a 18 años. Asimismo, se identificó que la prescripción de lentes de contacto en niños depende de factores como el estilo de vida, la disponibilidad de diseños y parámetros, el acceso a servicios profesionales y la percepción local sobre su uso.

Ampliando la premisa, los autores refieren que la evaluación de la seguridad de los LC en la población pediátrica ha ganado importancia debido al creciente uso de lentes con diseños tecnológicos avanzados para intentar controlar la progresión de la miopía. Si bien es cierto que en las investigaciones los eventos adversos más comunes fueron la tinción corneal y la queratitis punteada superficial de grado leve. Se debe indagar más acerca de la frecuencia de complicaciones graves como la queratitis microbiana e infiltrativa que, al menos en la revisión de los autores, es la menos frecuente en los niños. Esto tal vez sugiere fuertemente la seguridad de los LC en esta población.

Otro aspecto importante para reflexionar es que la alta incidencia de tinción corneal superficial en los niños usuarios de LC, que, aunque no es grave, se resalta la necesidad de monitoreo continuo de los niños y la implementación de estrategias que ayuden a mitigar los riesgos al máximo. Lo anterior indica que se requiere destreza clínica para la adaptación correcta de lentes de contacto en niños, educación especial a los padres, y capacitación constante al profesional adaptador. Desde este sentido, también se recalca el requerimiento de robustecer la evidencia científica que conlleve a aclarar la seguridad del uso de lentes de contacto en la población infantil.

Con base en lo anterior, futuras investigaciones deben enfocarse en el diseño de protocolos estandarizados en la adaptación pediátrica de LC. Por ende, la investigación y comparación de resultados será más confiable desde estudios longitudinales con muestras de estudio más amplias y en diversos grupos poblacionales infantiles.

Adaptado de:

  1. Tomiyama ES, Kobia-Acquah E, Ansari SM, Logan AK, Gialousakis J, Ng S, et al. Scoping review: Reporting characteristics for the safety of contact lenses in the pediatric population. Optometry and Vision Science. Lippincott Williams and Wilkins; 2024.

 

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