Los medicamentos tópicos han sido una estrategia ampliamente empleada en el tratamiento de enfermedades oculares. La forma más frecuente de administración farmacéutica en este contexto son las gotas oftálmicas o colirios (soluciones o suspensiones estériles), que constituyen más del 90 % de todas las formulaciones oftálmicas, seguidas por las presentaciones en ungüento. Sin embargo, estas alternativas se enfrentan a desafíos importantes debido a la compleja estructura y funcionamiento del ojo. El ojo cuenta con barreras fisiológicas y sistemas de eliminación que dificultan la entrada de sustancias externas, incluyendo los medicamentos. Los principios activos tienen una corta permanencia en la superficie ocular (aprox. de 2 a 3 minutos en la película lagrimal) debido a los mecanismos naturales de eliminación como el parpadeo, el drenaje nasolagrimal, la degradación metabólica in situ y la baja permeabilidad del epitelio corneal. (1)
Se ha observado que alrededor de la mitad de la gota instilada se drena a través del conducto nasolagrimal, resultando en una biodisponibilidad muy baja, que por lo general no supera el 1-5%. Este sistema también demanda administraciones frecuentes, lo que puede afectar la adherencia al tratamiento y ocasionar fluctuaciones significativas en las concentraciones del fármaco en el ojo, así como en la efectividad del esquema formulado. Además, surgen dificultades en la manipulación, especialmente en grupos de pacientes como los ancianos y se presentan riesgos potenciales de contaminación durante la instilación de la medicación.(1) (2)
Como medida alterna, ha surgido el uso de lentes de contacto como sistemas de liberación de fármacos, los cuales abordan las limitaciones anteriormente mencionadas y ofrecen ventajas adicionales. Por lo tanto, este sistema ha sido objeto de investigación con el objetivo de mejorar la eficacia y la adherencia al tratamiento. En este contexto, los estudios relacionados con estos dispositivos se dirigen a incrementar su eficiencia en la entrega de medicamentos; mejorar la adherencia del paciente y reducir los efectos secundarios sistémicos no deseados, especialmente en enfermedades crónicas como el glaucoma y el ojo seco; aumentar la tolerancia, en particular en pacientes afectados por el síndrome de ojo seco y alergias oculares; diseñar lentes de contacto tipo “vendaje” modificadas con agentes antimicrobianos o antiinflamatorios para el manejo de la cicatrización de heridas corneales. (3)
Los lentes de contacto de hidrogel con propiedades hidrofílicas han sido considerados como sistemas de administración de medicamentos ideales para superar las barreras tisulares y los mecanismos de protección ocular, como el parpadeo y el drenaje lagrimal. Estos sistemas han sido desarrollados tanto de manera independiente como en conjunción con otras tecnologías, como las nanotecnologías. Estos sistemas de administración de medicamentos basados en hidrogeles pueden ser formulados tanto con polímeros sintéticos como con biopolímeros naturales. En particular, los biopolímeros están a la vanguardia de muchos avances de investigación en la administración de medicamentos al ojo. Son biodegradables, biocompatibles y no generan citotoxicidad, lo que los convierte en herramientas valiosas para el tratamiento de enfermedades oculares. (3) Ver Figura 1
Los hidrogeles basados en biopolímeros, cuando se emplean como sistemas de administración de medicamentos en combinación con nanopartículas, nanoliposomas y nanocables, brindan una oportunidad para desarrollar soluciones que aseguren un suministro efectivo y sostenible de medicamentos oftálmicos. En el abordaje de administración de medicamentos con lentes de contacto blandos, el enfoque principal radica en determinar si la solución acuosa utilizada para humectar el lente de contacto contiene suficiente material farmacológicamente activo, En este escenario el fármaco difundirá desde la matriz polimérica hacia la película lagrimal y establece contacto con los tejidos oculares. No obstante, se ha comprobado que los lentes de contacto preparados de esta manera tienen un potencial limitado para la administración de medicamentos. La liberación del fármaco ocurre de manera descontrolada, lo que da lugar a una liberación inicial intensa del medicamento seguida de una disminución rápida de su presencia en un período relativamente breve.(3)
Dado que la interacción molecular entre los hidrogeles disponibles en el mercado y los medicamentos no es específica, el tiempo durante el cual los lentes de contacto impregnados de fármacos retienen dichos medicamentos se ve limitado por las propiedades físicas de los lentes, principalmente por su ionización y contenido de agua. Además, con el fin de reducir el riesgo de irritación en la superficie ocular y optimizar la difusión del fármaco a través de la córnea, es esencial mantener un pH que oscile entre 6,6 y 9,0. Todos estos factores hacen que se busque la manera de controlar la liberación del fármaco según el material y sus propiedades, las características del principio activo y los objetivos del esquema terapéutico. (3)(2)
Referencias
1. Holgado MA, Anguiano-Domínguez A, Martín-Banderas L. Contact lenses as drug-delivery systems: a promising therapeutic tool. Vol. 95, Archivos de la Sociedad Espanola de Oftalmologia. Elsevier Ltd; 2020. p. 24–33.
2. Zhang X, Cao X, Qi P. Therapeutic contact lenses for ophthalmic drug delivery: major challenges. Vol. 31, Journal of Biomaterials Science, Polymer Edition. Taylor and Francis Inc.; 2020. p. 549–60.
3. Rykowska I, Nowak I, Nowak R. Soft contact lenses as drug delivery systems: A review. Vol. 26, Molecules. MDPI; 2021.