A veces el razonamiento lógico de los que nos enseñan en el laboratorio óptico es cuestionable debido a casos particulares que sobrepasan esa lógica.
En mis viajes por toda Latinoamérica visitando laboratorios ópticos he visto cosas estandarizadas, digamos procesos similares para fabricar lentes oftálmicos y, de igual manera, he visto situaciones fuera de lugar que impiden un buen proceso y es donde las asesorías y capacitaciones se deberían desarrollar para optimizar todo.
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Pero hay situaciones que me han dejado con la boca abierta debido a la complejidad y euforia de operarios en tratar de fabricar lentes que para el 99% de los laboratorios que siguen las reglas del juego les parecería algo ilógico. Estando en un viaje a Panamá vi un trabajo de +15.00 dioptrías. No había bases para realizar este trabajo en una línea free-form, sé que esa fórmula no suena para muchos compleja, normalmente de forma fácil se elaboraría en un lente CR39 hiperasferico o lenticular y listo, pero estas bases ya son muy escasas.
Las preguntas que vienen a la mente entonces son: ¿Qué deberíamos hacer en este caso? ¿Devolver el dinero y no hacer el trabajo porque nos quita tiempo y podríamos dañar una maquina o por el simple hecho de que no justifica el costo y la ganancia es muy baja? Aquí es donde entra un dilema de ética profesional y de estar un tanto loco y perder ese tornillo de la cabeza, arriesgar el todo por el todo, para dar una solución al paciente que en verdad está necesitando sus lentes. Pasar varias noches de desvelo imaginando qué hacer, usando todo lo ilógico, llevando la contraria a los demás, en resumen, el ver a estos operarios osados y por qué no a los dueños que se lo permiten, demostrar que con pasión y ganas de hacer las cosas, podemos lograr cualquier fórmula para solucionar un defecto visual. Esto no tiene precio.
Este y muchos casos de fórmulas más extremas también se dan a diario en nuestro mercado y generalmente no buscamos soluciones solo ganancias y facilidades, pero al final de todo, ese no es nuestro verdadero camino somos los fabricantes de joyas transparentes que logran dar alegría a las personas que no ven bien. Somos esos locos apasionados que no nos importa nada con tal de dar salud visual a quienes más lo necesitan.
Así que por más complejo que parezca fabricar un lente, tomémonos un tiempo razonable para analizar y tratar de lograrlo.