Entrevista a Cristina Trujillo, optómetra y asesora de imagen
En el universo de las ópticas, el punto de venta es mucho más que un simple lugar para adquirir gafas. Con frecuencia, los clientes buscan algo más: desean verse reflejados, no solo en un espejo, sino en su propio estilo. ¿Por qué no aprovechar ese instante para convertir ese espacio en una auténtica pasarela de moda?
Así lo plantea Cristina Trujillo, optómetra y asesora de imagen, quien observa cómo en cada óptica se repite una constante: muchos espejos y un deseo palpable de que las personas se vean con sus gafas. El rol del asesor va más allá de ofrecer soluciones para la salud visual, también tiene que ver con mostrar a los clientes cómo una montura puede transformar su rostro y cómo, sin esfuerzo, pueden sentirse como modelos al salir de la tienda.
La clave está en ofrecerles una experiencia única
A menudo, existe un temor asociado a la moda en las ópticas. En lugar de enfocarse únicamente en la salud visual, muchos profesionales pueden sentir que deben mantenerse alejados de las tendencias. Sin embargo, la moda y la salud visual no son excluyentes, sino complementarias. Al ofrecer a los clientes la oportunidad de verse como nunca antes, estamos mejorando su confianza y ayudándoles a tomar decisiones acertadas.
Con simples herramientas como el círculo cromático, se puede asesorar a cada persona sobre qué colores de montura combinan mejor con su tono de piel, cabello e incluso el maquillaje. Además, esta técnica permite explorar combinaciones creativas, como la propuesta de mezclar una montura roja con lentes fotocromáticos verdes. Una combinación atrevida que puede resultar sorprendentemente estilosa y completamente personal.
Más allá de los colores, las tendencias de este año también ofrecen una gama de formas y estilos para todos los gustos. El ojo de gato, tradicionalmente asociado a las mujeres, ahora también se adapta al estilo masculino, con diseños más gruesos y tridimensionales. El clásico estilo piloto se reinventa con una versión más grande y más baja, ideal para quienes buscan un toque de frescura. Además, las monturas decoradas con piedras y acentos de lujo se están convirtiendo en una tendencia, no solo en el sector de las joyas, sino también en el mundo de las gafas.
El mensaje es claro: las ópticas pueden ser mucho más que simples puntos de venta. Son espacios donde la moda y la salud visual convergen para ofrecer a los clientes una experiencia memorable. A través de una asesoría adecuada y una adecuada selección de monturas y lentes, las ópticas se transforman en auténticas pasarelas, donde cada persona puede explorar su estilo único.
Convertir una óptica en una pasarela de moda no requiere de grandes inversiones ni de un espacio gigantesco, sino de un enfoque renovado hacia lo que significa la moda en el contexto de las gafas. Porque más allá de la tendencia, lo importante es que cada cliente se sienta bien con lo que lleva puesto y, lo más crucial, que vuelva a su óptica con una sonrisa.