Nos encontramos en una realidad en la que, por motivos mediáticos, hemos sido un poco más conscientes de la protección que debemos tener en nuestro quehacer diario, sea personal o profesional.
Somos una sociedad de modas, de tendencias y las cosas que no realizamos como hábito, tarde o temprano las olvidamos, entre ellas, la bioseguridad. Sé que puede sonar un poco fuerte la afirmación, incluso hasta atrevida, pero cada uno de ustedes después de leer esto deténgase a pensar y responder preguntas tan sencillas como:
¿Cuántas veces me lavo las manos al día?
¿Conozco los protocolos de lavado de manos acordes a mi actividad clínica?
¿Es frecuente el uso de guantes en la atención de pacientes?
La reflexión nace al ver videos de diferentes profesionales mostrando experiencias clínicas o técnicas utilizadas sin la debida protección: Valoración de conjuntivas o expresión de glándulas de Meibomio sin guantes, oftalmoscopía directa sin el uso de tapabocas, entre otros, inundan las redes educativas a las que acceden principalmente los futuros colegas que se encuentran en formación.
La práctica en superficie ocular implica el contacto permanente con fluidos conjuntivales que son potencialmente infecciosos para nosotros y para todos los pacientes que asistan a nuestra consulta. Tenemos que aportar nuestro grano de arena y no protegernos solo cuando los medios nos dicen que estamos en riesgo de contagio de nuevos virus o de nuevas bacterias. Seamos profesionales responsables y comprometidos con la salud y conscientes de las normas de bioseguridad recomendadas.
Lavemos las manos antes de iniciar consulta, antes de ponernos los guantes, entre cada paciente y al final de la consulta, limpiemos adecuadamente nuestros equipos con las soluciones recomendadas, y sobre todo, recordemos que la bata fue creada para aislar protegernos de fluidos y agentes patógenos, no fue creada para salir a la cafetería y que la gente vea que somos “doctores” y mucho menos para salir a la calle con el mismo fin. Llevemos la profesión con humildad y con higiene, así todos estaremos un ambiente más seguro.
Cordial abrazo para todos mis lectores.
Lamentablemente hemos volteado a las reglas de higiene cuando debieron ser siempre una responsabilidad en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana y por supuesto en consultorio.
Espero se mantenga esta linea de cuidado siempre sin caer en la paranoia, pues nos ayudara a prevenir muchas más enfermedades. Gracias por compartir tan valiosa información.
Buen recordatorio, es algo que siempre teníamos que hacer ya que són hábitos de higiene que nos enseñan desde niños en casa pero como tu dices se nos olvida porque no se practican, recordemos que es para el bien de todos y hoy con mucha más razon hagamoslos nuestras, que sea parte de nuestra practica clinica diaria. Saludos