Siempre habrá momentos de incertidumbre para unos o para otros, dependiendo del país en el que vivan, la situación política, económica y los cambios que sucedan. Debemos tener una recomendación para los empleados, ya que las situaciones que les afecten en su vida personal van a generar ausentismo, dependiendo de la calamidad y esto puede afectar en algún grado a la empresa, aunque sea un consultorio o una óptica pequeña. Un día que falte un asesor o el profesional, sin previo aviso, porque las calamidades no avisan, hace que se dificulte gestionar su reemplazo, además del daño económico y el estrés que ello pueda generar a la persona, que se puede ver afectado en su desempeño.

Siempre es mejor estar preparado, y en ese aspecto, considerar las posibilidades de ciertos seguros. Si hay cambios en las leyes de salud, por ejemplo, tener alternativas de seguros de hospitalización o incapacidad que cubran los momentos de dificultad. Es importante incentivar a los empleados a que tengan al día sus pagos de seguridad social si son independientes, y si la empresa paga todas las prestaciones, alentarlos a tener un ahorro o un seguro alternativo.

Si hay cambios en la empresa y no se pueden renovar algunos contratos, hay seguros de desempleo, o si se es independiente e incluso si se tiene una óptica y los ingresos cambian, hay seguros que cubren la disminución de ingresos. Por supuesto, hay que tener todos los documentos que demuestren dichos ingresos y la disminución de estos, sin embargo, es una buena alternativa para tener un respaldo para momentos de dificultad.

En ocasiones de ausentismo por enfermedad o calamidad doméstica, como la muerte de un familiar, algunos colaboradores no tienen previsto un seguro que les cubra estas situaciones. Si bien muchas empresas pueden ayudar económicamente, e incluso entre compañeros pueden apoyarse, siempre es mejor estar preparado ante cualquier situación, así como tener los seguros de vehículos al día.

A veces pensamos que catástrofes de inundación, incendio ocurren solo si vivimos al lado de un río o al lado de los cerros. Pero, por ejemplo, en pleno norte de la ciudad de Bogotá, en un día de granizo se inundó mi edificio, el granizo tapó todos los desagües y la presión hizo lo suyo, hasta llegar al tercer piso. No hubo mayores daños, pero una vecina tuvo que cambiar todo el parquet de madera. Tener un respaldo no está de más para situaciones inesperadas.

No niego que en ocasiones llaman a ofrecer un seguro y no atiendo o digo que llame después, pero si bien no hay que tenerlos todos, es importante ver algunas alternativas para esos casos inesperados. Algunas cooperativas profesionales dan respaldo ante algunos momentos de dificultad. Así que, tanto para los profesionales como para los colaboradores, se pueden tener alternativas o solicitar algunos planes de descuento para las empresas, que pueden ser beneficiosos.

Ella J. Rojas Llano, OD
Editora del Área de Manejo del Talento Humano 

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