¿Quién no ha visto a alguien llorar y acusar a las hormonas de su reacción? Esa tradicional costumbre de culpar a estas sustancias químicas secretadas de manera endógena de las variaciones en el comportamiento del cuerpo humano es común, y la superficie ocular no está exenta de ello.
Se ha demostrado que la influencia de ciertas hormonas, como los andrógenos y los estrógenos, en las glándulas de Meibomio es significativa, ya que su reducción asociada a la edad disminuye la producción de contenidos lipídicos. Este fenómeno también ocurre en las células caliciformes, que poseen receptores para estos dos tipos de hormonas.
Trasladando esta situación a un contexto más sencillo y práctico, aquellos pacientes que presenten alteraciones en este tipo de hormonas son susceptibles de experimentar síntomas asociados con la enfermedad de ojo seco. Sin embargo, si realizamos un análisis clínico de manera articulada con su condición, debemos considerar que el tratamiento debe estar enfocado a la estabilización de la producción de mucina y de lípidos con suplementos lagrimales adecuados, entre ellos, el ácido poliacrílico y las moléculas combinadas de polietilenglicol y propilenglicol.
Vale la pena recordar que la función de la mucina es permitir la adherencia de la matriz lagrimal a la superficie ocular y que, si esta no está presente o se encuentra disminuida, el paciente presentará lagrimeo a pesar de tener ojo seco, una situación paradójica pero frecuente que, a mediano plazo, generará daños epiteliales de conjuntiva, limbo y córnea, con sus respectivas manifestaciones oculares que complicarán la situación y necesitarán un manejo más amplio de la patología.
Como recomendación final, es importante conocer de manera general, mediante la anamnesis, todas aquellas situaciones del paciente que puedan llevar a sospechar de una alteración hormonal. Esto proporcionará mayores herramientas en el diagnóstico y manejo del ojo seco y ayudará a entender que, desde el punto de vista fisiopatológico, “se puede llorar más por culpa de las hormonas”.
Autor: Andrés Solórzano Bernal F. O.D. Director del Programa de Optometría, Fundación Universitaria del Área Andina, Pereira Editor del Área de Superficie Ocular