Un estudio reciente ha demostrado que las personas con glaucoma en etapa temprana ven el contraste de los objetos visibles de una manera muy similar a las personas sin la afección.

La investigación de la Universidad de Bradford (Reino Unido) demostró que el cerebro compensa los cambios en el ojo causados por el glaucoma cuando se observan objetos con niveles cotidianos de contraste. Los hallazgos se suman a nuestra comprensión de por qué los pacientes con glaucoma informan pocos síntomas tempranos de la enfermedad y es posible que no busquen ayuda hasta que su enfermedad esté más avanzada.

El glaucoma es una afección ocular común que afecta a medio millón de personas en Gran Bretaña, donde se daña el nervio óptico que conecta el ojo con el cerebro. Se desarrolla lentamente durante muchos años y afecta primero la visión periférica. Si no se trata, el glaucoma provoca la pérdida permanente de la visión.

El glaucoma hace que sea más difícil ver el contraste, por lo que los ojos son menos capaces de detectar objetos de bajo contraste. Pero hasta ahora no estaba claro si esta pérdida de sensibilidad al contraste significa que los pacientes con glaucoma veían los objetos de una manera diferente a las personas sanas.

Ahora, el equipo de la Universidad de Bradford ha demostrado que las personas con glaucoma ven un contraste detectable de la misma manera que los pacientes sanos, a pesar de su pérdida de visión mensurable.

En el estudio, a 20 participantes con glaucoma de etapa temprana a moderada se les confirmó la enfermedad y se mapearon sus áreas de pérdida de visión periférica. Luego se les pidió que respondieran a una visualización en pantalla de parches estampados. Ajustaron los controles hasta que una imagen en sus pobres áreas de visión se veía igual de brillante o tenue que un parche central estampado. Se usó un rastreador ocular para garantizar que cada paciente mirara en el lugar correcto antes de que se pudiera ver el parche central. Un grupo de control de participantes sanos se probó de la misma manera.

Los investigadores encontraron que los participantes con glaucoma no veían la imagen como más pálida o “atenuada” de ninguna manera; en cambio, lo vieron exactamente de la misma manera que las personas con visión saludable. Los resultados sugieren que los cerebros de los pacientes con glaucoma están compensando el daño al nervio óptico.

El Dr. Jonathan Denniss, un optometrista y profesor calificado en la Universidad de Bradford, dirigió el estudio. Él dijo: “Esto subraya por qué es tan importante hacerse la prueba de los ojos de manera rutinaria para que el glaucoma pueda detectarse antes de que se establezca el daño. Se relaciona con el hecho de que las personas que tienen glaucoma inicialmente no informan ningún síntoma: sus cerebros son exitosos superar una pérdida de contraste visual”.

Añadió: “Siempre me ha parecido extraño que todos aceptemos la necesidad de controles dentales de rutina para mantener la salud de nuestros dientes y boca, pero que los controles oculares de rutina entre la población en general no se consideran importantes. Este es un recordatorio para revise sus ojos regularmente, incluso si parecen estar bien”.

 

Fuente  University of Bradford https://www.bradford.ac.uk/external/

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