El Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (IOFV), la Fundación de Investigación Oftalmológica (FIO), el Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias (ITMA) y la Universidad de Oxford, en Reino Unido, han desarrollado un filtro que bloquea la luz UV-azul y emite luz roja que evita la muerte celular y promueve la regeneración de células de la retina. El hallazgo que se ha publicado en Optical Materials, analiza los beneficios de un filtro que no sólo bloquea la luz nociva, tal y como ocurre hasta ahora, sino que además la transforma en luz beneficiosa para la retina, lo que puede ser un punto de partida para diseñar lentes neuroprotectoras y terapéuticas para pacientes con glaucoma y degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Luz azul frente a luz roja
La luz ultravioleta y la azul tienen diferentes efectos en el ojo. En el caso de la luz azul, puede dañar las células de la retina, siendo un factor de riesgo añadido en glaucoma, DMAE y otras patologías que pueden derivar en ceguera. Por el contrario, diferentes estudios llevados a cabo por el Grupo de Investigación de Neurobiología de la Retina de la Fundación de Investigación Oftalmológica del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega ponen de manifiesto que la luz con longitudes de onda comprendidas entre el rojo y el infrarrojo cercano tiene efectos beneficiosos, estimulando la supervivencia de las células de la retina.
Según Neville N. Osborne, investigador principal de la Fundación de Investigación Oftalmológica (FIO), la luz azul sin filtrar, interacciona con ciertos pigmentos presentes en la retina, pudiendo llegar a dañarla. Por el contrario, la luz roja estimula los tejidos y tiene el potencial de contrarrestar esos daños. Por eso, se planteó la hipótesis de que modular las cantidades de luz roja podría ser beneficioso para ciertos pacientes: personas con glaucoma, degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y retinopatía diabética, añade.
Por el contrario, la absorción de determinadas longitudes de onda del espectro del rojo hace que se produzca un incremento en la funcionalidad de las células y de su supervivencia. “El incremento de la esperanza de vida de la población hace prever que la prevalencia de estas patologías aumente. Además, desde un plano teórico, otras patologías oculares relacionadas con el envejecimiento y la disfunción mitocondrial podrían verse potencialmente beneficiadas”, señala la especialista.
Nuevo filtro terapéutico
Para Amador Menéndez, científico de ITMA y autor principal del artículo, el filtro desarrollado bloquea la luz UV-azul y en vez de perderla – como haría un filtro convencional – la convierte al rojo-IR cercano, y lo hace sin alterar significativamente la calidad visual. Para el desarrollo del filtro oftálmico se hace uso de nanomateriales luminiscentes, que absorben y posteriormente reemiten la luz.
Las gafas del futuro
Este filtro podría incorporarse a una gafa, ejerciendo así efectos neuroprotector y terapéutico y sin alterar significativamente la calidad de la visión. Para el oftalmólogo e investigador Andrés Fernández-Vega esta investigación nace con la idea de ofrecer una ayuda de valor añadido a los tratamientos actuales. La aplicación futura más directa es su aplicación en lentes oftálmicos.
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