En la práctica optométrica diaria se pueden evidenciar diferentes perfiles en los pacientes usuarios de lentes oftálmicos, se encuentran aquellos que siempre han utilizado estos lentes y no quieren cambiar el tipo de corrección, aquellos que siempre han utilizado lentes oftálmicos y no saben que existen otros métodos de corrección y los que siempre han utilizado anteojos y les gustaría utilizar otro tipo de corrección, que al mismo tiempo les permita un cambio de imagen. Este último tipo de pacientes usualmente conoce la existencia del uso de lentes de contacto. Sin embargo, han escuchado experiencias negativas de familiares y conocidos que les impide darse la oportunidad de utilizarlos y de vivir la experiencia de forma propia.
Algunos de los comentarios más comunes escuchados por pacientes usuarios de lentes de contacto con experiencias negativas incluyen:
-Sensación de cuerpo extraño en el ojo.
-Resequedad ocular.
-Recurrentes procesos infecciosos, alérgicos y enrojecimiento ocular.
Lo que no saben este tipo de pacientes es que todos estos síntomas pueden ser fácilmente evitados por medio de una adecuada elección del diseño de lentes de contacto, una adaptación adecuada por parte del profesional de la salud y el seguimiento riguroso de un plan de mantenimiento, higiene y salud.
En esta nota me enfocaré en apoyar al profesional de la salud visual para evitar la sensación de cuerpo extraño en su paciente, la cual se obtiene eligiendo un lente con dos características esenciales, el contenido acuoso y la humectabilidad.
Cuando de contenido acuoso se trata, podemos decir que, no existe un contenido único e igual para todos los pacientes. No obstante, se tiene la certeza de que entre más contenido acuoso tenga el lente, menos dureza tendrá y, por tanto, más cómodo será. En este punto, es aconsejable tener presente este parámetro a la hora de la elección del lente de contacto, pues a mayor contenido acuoso menor será la transmisibilidad de oxígeno del lente. Por eso debemos preguntarnos cuál es la prioridad en cuanto a salud visual y ocular en nuestros pacientes.
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La humectabilidad es otro factor importante y en especial si queremos garantizar comodidad en el paciente. Esta hace referencia a la tendencia de un líquido a cubrir una superficie sólida, en el lente sobre el ojo, esta implica la habilidad de mantener la película lagrimal sobre el lente de contacto de forma estable. Un lente humectado generará una sensación agradable en la superficie ocular y evitará la resequedad ocular, impidiendo así la sensación de cuerpos extraño y la incomodidad.