“Las personas ricas compran tiempo, las personas pobres compran cosas, las personas ambiciosas compran habilidades y conocimientos, las personas perezosas compran distracciones”. Jordi Segues
¡Esta frase te vuela la cabeza! ¿O no? Te invita a reflexionar: “¿yo qué compro?”
Muchas veces queremos hacer todo nosotros mismos, creyendo que así aumentaremos la productividad porque nadie más lo hará “igual que nosotros”. Sin embargo, al no delegar, terminamos perdiendo tiempo valioso que podríamos usar para mejorar nuestras habilidades, generar negocios o, simplemente, dedicarnos tiempo.
Hay tareas simples pero demandantes que consumen tiempo, tanto nuestro como de nuestros colaboradores. O simplemente los cambios en las leyes laborales pueden incrementar los gastos al requerir más personal, lo que hace necesario optimizar el tiempo.
En estos casos, la automatización surge como una alternativa clave. En una editorial anterior hablé sobre este tema, sin embargo, en cuestión de meses, los bots y la IA han avanzado a una velocidad de aprendizaje y perfeccionamiento impresionante. Aprender a utilizarlos a nuestro favor ya no es opcional, sino necesario.
Por ejemplo, en tareas como la confirmación de citas, la gestión de pedidos y compras, o la atención de preguntas frecuentes, la automatización se convierte en la clave. Esto es especialmente útil para ópticas pequeñas con poco personal, donde es fundamental captar al cliente que te escribe incluso fuera del horario habitual. Si el negocio tiene un horario de atención muy preciso, la automatización permite optimizar el tiempo y cumplir con las horas legales exactas sin necesidad de aumentar costos. Además, en ausencia de un equipo de marketing o un call center, es indispensable ofrecer respuestas rápidas y soluciones eficaces.
Además de la automatización de respuestas en Whatsapp, existen integraciones que permiten agrupar todas las redes sociales, facilitando la gestión y brindando soluciones rápidas a los clientes. Por ejemplo, en la creación de publicaciones de productos o promociones, herramientas como Chatgpt te puede ayudar con el copy, si te falta la inspiración o si antes tenías que pagar para que te crearan ese contenido, incluso con las imágenes te puede dar ideas. La clave está en saber cómo interactuar con estas herramientas y formular las solicitudes de manera precisa. Con el tiempo, estas plataformas aprenden sobre tu negocio: su nombre, ubicación y características, reduciendo la necesidad de repetir información y optimizando aún más el proceso.
Si le pido un copy de venta para mi tienda, la herramienta ya reconoce desde el nombre hasta algunos de los productos, lo que permite actualizar y optimizar constantemente nuestro tiempo de trabajo.
Por supuesto, es importante recordar que la IA no lo reemplaza todo. El objetivo de esto es aliviar la carga de tareas repetitivas, permitiendo a nuestros colaboradores dedicar ese tiempo a otras actividades de mayor valor como responder correos y atender las quejas que requieren prioridad. Estas situaciones requieren del calor humano que un mensaje automatizado no puede transmitir. En ese sentido la invitación es a perfeccionar las habilidades blandas y capacitarse en ello.
Ella Rojas OD
Editora del Área de Manejo del Talento Humano