Esta es una columna del Dr. David L. Kading, especialista en optometría de Kirkland, Washington, de Pacific University – College Of Optometry.
Independientemente del entorno en el que practique, estoy seguro de que está ganando dinero. Si está perdiendo dinero como profesional, pronto tendrá que cerrar su negocio o perderá su trabajo. A pesar de las excepciones, como una clínica oftalmológica sin fines de lucro, la mayoría de los especialistas no pueden pagar para que sus pacientes reciban una buena atención. Y expresarlo de esa manera puede ser más agradable que decir que para que los profesionales de la salud visual sean excepcionales en su trabajo, tienen que cobrar a los pacientes y ganar dinero. En general, los especialistas de atención ocular tienden a eludir el concepto de ganancias y cobrar a los pacientes.
Excepto esta regla, porque mis pacientes me han enseñado algunas lecciones valiosas. Una de las lecciones más importantes es que los pacientes disfrutan de ver a un profesional innovador. Frecuentemente comparten lo impresionados que están de venir a nuestra clínica y ver todas estas “nuevas máquinas”. También siempre preguntan qué hay de nuevo en lentes de contacto este año a pesar de que les coloqué uno nuevo lente el año anterior y no presentan ningún problema. La razón por la cual mis pacientes están más interesados en la tecnología se relaciona con la forma en que los educamos. Es importante decirles a los pacientes por qué la tecnología es importante y cómo se está utilizando para garantizar su salud y comodidad a largo plazo, es decir, no solo a corto plazo.
Independientemente de su situación económica, tenemos pacientes que están dispuestos a pagar más por lo que consideran valioso. Algunos pacientes literalmente no pueden pagar algo, mientras que otros parecen ser mucho más ricos que yo. El valor es más importante que la cantidad de dinero que hay en un cheque de pago. Como tal, mantengo mi cabeza en alto y proporciono el mismo nivel de atención, doy las mismas recomendaciones y prescribo los mismos productos a todos. Estar en la primera línea de la salud ocular y la visión significa que debemos tener tecnología que detecte enfermedades antes. Como resultado, necesitamos usar productos que cuestan más y aportan más valor. Cuando se presenta correctamente, la mayoría de los pacientes estarán agradecidos.
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