He tenido la oportunidad de viajar y conocer laboratorios de la mayoría de los países del continente y he llegado a la conclusión que nuestro trabajo es de alto riesgo por la responsabilidad, los tiempos y el manejo de alta tecnología, Y especialmente evidencio, teniendo en cuenta las características de nuestro trabajo, que hay algo en común en la mayoría, la falta de motivación que acompaña a nuestros equipos de trabajo.
En general, la mayor desmotivación viene de las grandes exigencias de los clientes del laboratorio, pues lograr esa deseada relación alta calidad, y tiempos reducidos es difícil de alcanzar. Así que nuestro equipo trabaja a marchas forzadas, respondiendo reclamos e intentando mantener en orden un proceso industrial exigente.
Por eso resulta tan importante que los directivos del laboratorio óptico acudan a todas las estrategias de motivación posible. Pero, es claro que también viven sus afanes y angustias de tal manera que se olvida tener en cuenta este aspecto fundamental.
Muchas veces se piensa que es suficiente con una fiesta anual, cenas en restaurantes u otro tipo de celebración grupal, pero esto queda en buenas historias entre colaboradores que llevan varios años en la empresa. ¿Entonces la motivación debería ser individual?, la famosa palmadita en la espalda es suficiente o ¿debemos revaluar cuáles son las necesidades de nuestros colaboradores?
A veces decirle a un colaborador motivado la frase “hiciste un buen trabajo” es más valioso que darle una bonificación monetaria, pero esto lleva implícito que debió cumplir con todas las expectativas, metas, números, planes que la empresa tenía. Por tanto, tenemos que preguntarnos ¿la forma de motivar a un colaborador es igual a la de otro? Acaso si le damos a María 100 dólares sería feliz y José con la misma cantidad se sentiría frustrado; entonces, ¿qué debemos hacer para que todos nuestros colaboradores estén satisfechos? Pienso que los siguientes son algunos factores fundamentales para motivar a nuestros colaboradores:
El reconocimiento, dar importancia a lo que nuestros colaboradores dicen, hacen o desarrollan, ayuda a que se esfuercen y tengan sentido de pertenencia en la empresa. Es evidente que todos estamos orgullosos de que nos feliciten en nuestro trabajo.
Darles autonomía y delegar responsabilidades, los empleados necesitan conocer cuál es su puesto en la empresa, saber que son un eje fundamental en el engranaje del reloj. Por supuesto, para que la autonomía se desarrolle correctamente, deben ser libres de compartir sus ideas y opiniones cuando sea necesario, sin miedo, sin ser ignorados y se pueden equivocar.
Por último, ellos pasan más tiempo en la empresa que en sus casas, esto nos hace pensar en las condiciones de adaptación al medio ambiente en el trabajo, como las sillas, la ventilación, la higiene, baños etc. deben ser las más apropiadas posibles. Puedes hacer del trabajo un lugar para diferenciarte y ser la opción más atractiva para tus colaboradores, y una ventaja competitiva para atraer clientes.
Crear un lugar de trabajo en el que la gente disfrute y fluya la inspiración, es otra forma de mantener la motivación, esto no significa que emplees grandes recursos en un diseñador de interiores o comprando la cafetera más cara.
Simplemente, debes buscar condiciones adecuadas en donde ellos se sientan cómodos, como en un segundo hogar. Al tomar en cuenta estos y otros factores lograremos un cambio beneficioso en la utilidad que queremos ganar en nuestra empresa y también quitarnos dolores de cabeza innecesarios.