Se ha demostrado ampliamente que la ambliopía afecta la función visual y, por consiguiente, la percepción. Esto se refleja en pruebas específicas como la sensibilidad al contraste, la agudeza visual (AV) y la visión binocular, entre otras. En esta ocasión, se analizará una habilidad visual muy importante para el desarrollo humano que depende de diferentes aspectos de la función visual: la lectura. Esta habilidad es fundamental en el proceso de aprendizaje del niño, y cuando existen dificultades lectoras, este proceso puede verse seriamente afectado.

Diversos estudios han evidenciado que los pacientes con ambliopía, tanto adultos como niños, presentan una disminución en la velocidad de lectura, especialmente en ambliopía estrábica. Esto es aún más evidente bajo diferentes condiciones de lectura, como la visión monocular, la lectura de oraciones en una línea, los movimientos oculares limitados, la lectura en voz alta o en distancias lejanas. (1)

En el estudio de Kelly y colaboradores (2015), se afirmó que la ambliopía puede causar inestabilidad en la fijación y movimientos sacádicos atípicos, lo que afecta la habilidad para leer, ya que esta depende de movimientos oculares secuenciales y sincronizados. El objetivo del estudio fue comparar la lectura y los movimientos oculares asociados en niños en edad escolar con ambliopía. Para ello, los niños utilizaron el sistema ReadAlyzer para leer un párrafo en silencio, acorde con su nivel escolar, mientras se registraban sus movimientos oculares. Se midieron la duración de la fijación, la velocidad de lectura y el número de sacadas hacia adelante y regresivas por cada 100 palabras. Solo se incluyeron datos de niños que respondieron correctamente al menos el 80 % de una prueba de comprensión. (2)

En comparación con los niños del grupo de control, los ambliopes leyeron más lentamente y realizaron más sacadas. Sin embargo, no hubo diferencias significativas en la duración de la fijación. Además, los niños con estrabismo tratado sin ambliopía no mostraron diferencias significativas con respecto a los controles en ninguna de las medidas de lectura. La AV del ojo ambliope no se correlacionó con ninguna medida de lectura. Los autores concluyen que la ambliopía se asocia con una lectura más lenta en niños en edad escolar, y que el tratamiento de la ambliopía podría mejorar la velocidad y la eficiencia de la lectura. (2)

Birch y Kelly (2023) señalaron en sus estudios que no encontraron una relación entre los factores clínicos y sensoriales que podrían estar vinculados con la lectura binocular lenta en niños con ambliopía y su gravedad.

Observaron que la velocidad de lectura de los niños con ambliopía leve con una AV 0.2 logMAR, moderada con una AV 0.3 a 0.6 logMAR y severa con AV ≥0.7 logMAR, no mostró diferencias significativas en comparación con los controles. En todos los grupos, los niños con ambliopía leyeron más lento que los controles. Otro aspecto importante es que el estado de binocularidad en términos de estereopsis y supresión interocular, así como el diagnóstico de estrabismo o anisometropía, tampoco mostraron vínculos con la lectura lenta en el de ambliopes. Esto sugiere que la ambliopía por sí sola es suficiente para afectar la lectura. (1)(3)

Se ha descrito que, durante la lectura silenciosa binocular, los niños con ambliopía leen un 25 % más lento que los no ambliopes. El estudio de Kelly y colaboradores (2023) comparó la lectura binocular con la lectura del ojo dominante en 38 niños con ambliopía y 36 controles de edad similar, para determinar si esta disminución en la velocidad de lectura se debe a la inhibición binocular. (4)

Entre los resultados más relevantes, se observó que en los niños con ambliopía, no hubo diferencias significativas en la velocidad de la lectura entre la lectura binocular la del ojo dominante, medidas en palabras por minuto (ppm): (176±60 ppm vs 173±53 ppm), número de sacadas hacia adelante (104±35 sacadas/100 palabras vs 97±33 sacadas/100 palabras), número de sacadas regresivas (21±15 sacadas/100 palabras vs 22±13 sacadas/100 palabras) ni en la duración de las fijaciones (0.31±0.06 seg vs 0.32±0.07 seg). (4)

Los autores indican que, como se esperaba, los niños con ambliopía presentaron una velocidad de lectura más lenta y mayor número de sacadas hacia adelante que los controles, tanto en la lectura binocular como en la del ojo dominante. Esto sugiere que la lectura lenta no estaba relacionada con factores sensoriales. Los autores concluyeron que la lectura binocular no difiere de la del ojo dominante en los niños con ambliopía, lo que sugiere que es poco probable que la inhibición binocular juegue un papel en la lectura binocular lenta, y por lo tanto se puede inferir que, es un déficit del ojo dominante que surge de una interrupción en la experiencia visual binocular durante el desarrollo. (4)

Otro aspecto para destacar es que se ha sugerido que la disfunción motora ocular es la responsable de la lectura lenta. Las sacadas permiten que los ojos avancen y retrocedan a través de las líneas de texto durante la lectura, mientras que las fijaciones o pausas permiten la decodificación de los fonemas. Esto refuerza la teoría de que los movimientos oculares son un factor importante en la lectura binocular en los niños con ambliopía. (1)(2)(3)

Observaron que la velocidad de lectura de los niños con ambliopía leve con una AV 0.2 logMAR, moderada con una AV 0.3 a 0.6 logMAR y severa con AV ≥0.7 logMAR, no mostró diferencias significativas en comparación con los controles. En todos los grupos, los niños con ambliopía leyeron más lento que los controles. Otro aspecto importante es que el estado de binocularidad en términos de estereopsis y supresión interocular, así como el diagnóstico de estrabismo o anisometropía, tampoco mostraron vínculos con la lectura lenta en el de ambliopes. Esto sugiere que la ambliopía por sí sola es suficiente para afectar la lectura. (1)(3)

Se ha descrito que, durante la lectura silenciosa binocular, los niños con ambliopía leen un 25 % más lento que los no ambliopes. El estudio de Kelly y colaboradores (2023) comparó la lectura binocular con la lectura del ojo dominante en 38 niños con ambliopía y 36 controles de edad similar, para determinar si esta disminución en la velocidad de lectura se debe a la inhibición binocular. (4)

Entre los resultados más relevantes, se observó que en los niños con ambliopía, no hubo diferencias significativas en la velocidad de la lectura entre la lectura binocular la del ojo dominante, medidas en palabras por minuto (ppm): (176±60 ppm vs 173±53 ppm), número de sacadas hacia adelante (104±35 sacadas/100 palabras vs 97±33 sacadas/100 palabras), número de sacadas regresivas (21±15 sacadas/100 palabras vs 22±13 sacadas/100 palabras) ni en la duración de las fijaciones (0.31±0.06 seg vs 0.32±0.07 seg). (4)

Los autores indican que, como se esperaba, los niños con ambliopía presentaron una velocidad de lectura más lenta y mayor número de sacadas hacia adelante que los controles, tanto en la lectura binocular como en la del ojo dominante. Esto sugiere que la lectura lenta no estaba relacionada con factores sensoriales. Los autores concluyeron que la lectura binocular no difiere de la del ojo dominante en los niños con ambliopía, lo que sugiere que es poco probable que la inhibición binocular juegue un papel en la lectura binocular lenta, y por lo tanto se puede inferir que, es un déficit del ojo dominante que surge de una interrupción en la experiencia visual binocular durante el desarrollo. (4)

Otro aspecto para destacar es que se ha sugerido que la disfunción motora ocular es la responsable de la lectura lenta. Las sacadas permiten que los ojos avancen y retrocedan a través de las líneas de texto durante la lectura, mientras que las fijaciones o pausas permiten la decodificación de los fonemas. Esto refuerza la teoría de que los movimientos oculares son un factor importante en la lectura binocular en los niños con ambliopía. (1)(2)(3)

Ampliando la investigación, Birch y Kelly (2023) utilizaron una tarea de presentación visual rápida en serie (RSVP, por su sigla en inglés) para reducir la necesidad de sacadas entre palabras. Esta tarea mostraba oraciones apropiadas a nivel de grado de escolar, presentando una palabra a la vez en el centro de la pantalla. Las preguntas de comprensión se respondían con “Sí” o “No”, y la velocidad de presentación aumentaba o disminuía según la respuesta, lo que permitió que el niño pudiera leer y a la vez comprender a la velocidad máxima. (1)

Aunque la hipótesis de los autores era que, si las sacadas entre palabras fueran la causa principal de la lectura lenta, eliminar la necesidad de estas permitiría a los niños con ambliopía leer tan rápido como los controles. Sin embargo, el estudio preliminar en el que participaron 18 niños con ambliopía y 15 controles de edad similar mostró que los niños con ambliopía continuaban leyendo más lentamente en la tarea RSVP binocular que los controles, a pesar de que no había necesidad de sacadas entre palabras. No obstante, la lectura lenta de la tarea RSVP no elimina la importancia de otros tipos de disfunción motora ocular, como la inestabilidad de fijación en la lectura lenta. Al intentar fijarse, en una palabra, los ojos de un niño con ambliopía podrían moverse involuntariamente, o su ubicación de fijación podría no optimizar su campo visual. (1)

El análisis de las investigaciones sugiere que la disminución en la velocidad de lectura puede ser una manifestación de un problema más amplio asociado con la ambliopía. La anterior premisa se deriva de que antes de ingresar al jardín de infantes y adquirir la capacidad de leer, los niños deben desarrollar habilidades, conocimientos y actitudes necesarias para la lectura y la escritura. Estos elementos constituyen la base fundamental para el desarrollo de la competencia en estas áreas tan importantes en el proceso de aprendizaje escolar, lo que se conoce como habilidades de alfabetización temprana. (1)

Con lo anterior se infiere que el rendimiento en la alfabetización temprana puede ser un indicador del éxito futuro en la lectura. De ser así, es posible que la lectura lenta en niños con ambliopía esté relacionada con deficiencias en las habilidades de alfabetización temprana que se desarrollan en los primeros años de experiencia escolar en el infante. No obstante, según hallazgos de Birch y Kelly (2023), la lectura lenta en la ambliopía no se evidencia hasta el tercer grado. En consecuencia, es improbable que la ambliopía haya tenido un impacto negativo en las habilidades de alfabetización temprana, las cuales se desarrollan antes de adquirir la capacidad de lectura. (1)

De este modo, la lectura lenta en niños con ambliopía podría afectar negativamente su rendimiento académico. Los padres, docentes y profesionales de la salud de menores con ambliopía que presentan una velocidad de lectura reducida podrían no ser conscientes que dicha condición visual puede estar incidiendo en su capacidad lectora, dado que el niño posee una AV de 20/20 o cercana en el otro ojo. No obstante, los niños con ambliopía que presentan dificultades en la velocidad de lectura podrían no cumplir con los requisitos para recibir adaptaciones académicas durante evaluaciones de rendimiento académico y pruebas de ingreso estrictamente cronometradas. (1)

En el estudio de Gitsels, Borja y Rahi (2022), basado en los datos del Estudio de Cohorte del Milenio, una investigación prospectiva que monitoreó a niños nacidos en el Reino Unido entre los años 2000 y 2001 hasta alcanzar los 7 años (n = 13,967), los participantes fueron agrupados en diferentes categorías según los informes de los padres sobre las condiciones oculares y el tratamiento codificado por revisores clínicos. Estas categorías incluyeron: sin afecciones oculares, solo estrabismo, ambliopía refractiva y ambliopía estrábica/mixta (refractiva más estrábica). Se analizaron las siguientes variables: la falta de preparación escolar evaluada a través de la Prueba de Preparación Escolar Bracken (percentil inferior al 25 a los 3 años); así como las pruebas cognitivas y sus trayectorias asociadas a la edad, utilizando el Vocabulario de Denominación de la Escala Británica de Habilidad II (a los 3 y 5 años) y la Construcción de Patrones (a los 5 y 7 años). (5)

Las conclusiones emitidas por los autores revelan que la ambliopía no guarda una asociación significativa con un rendimiento cognitivo deficiente ni con las trayectorias en la etapa escolar temprana. Tampoco se ha encontrado evidencia que respalde la hipótesis de que el tratamiento tenga un efecto positivo en esta asociación. Los resultados también indicaron que los niños de 3 años con ambliopía estrábica o mixta presentaban un mayor riesgo de tener un nivel deficiente de preparación escolar en comparación con el grupo de control.

Aunque la ambliopía combinada con estrabismo está vinculada a un bajo rendimiento académico, no necesariamente afecta el desempeño cognitivo. También es importante resaltar que, en este estudio, no se ha determinado con certeza si estos niños presentaban dificultades en la lectura una vez que iniciaron el proceso de aprendizaje. (1)(5)

Birch y Kelly (2023) sugieren que, si la ambliopía es la causa de la disminución en la velocidad de lectura, la resolución exitosa de la misma debería eliminar este déficit. No obstante, estudios han mostrado que la presencia de dificultades persistentes en la habilidad de lectura, a pesar de haber recibido un tratamiento efectivo para corregir la ambliopía. Sin embargo, los estudios se han enfocado en pruebas monoculares, lo cual podría aumentar la inestabilidad de la fijación. (1)

En un estudio reciente realizado por Fernandes y Ferraz (2022), se examinó a un grupo de 10 niños con historial de ambliopía estrábica tratada con éxito. Los resultados mostraron que la velocidad de lectura oral binocular de estos niños era comparable a la del grupo de control. Los resultados también sugieren que incluso los pacientes que alcanzaron una AV de 20/20 en el ojo tratado después del tratamiento con parche para la ambliopía, pueden presentar un rendimiento deficiente persistente en la lectura. Estos hallazgos refuerzan la importancia de evaluar el rendimiento lector como una herramienta para valorar el desarrollo de la función visual en pacientes ambliopes. (1)(6)

Con base en lo expresado, sería pertinente llevar a cabo investigaciones prospectivas que evalúen la velocidad de lectura antes y después del tratamiento para la ambliopía, para establecer de manera más precisa si la terapia exitosa puede resultar en una mejora de la velocidad de lectura. Por otra parte, se hace necesario evaluar y tratar las habilidades de lectura en los protocolos del tratamiento de ambliopía. (1)

Referencias

  1. Birch EE, Kelly KR. Amblyopia and the whole child. Vol. 93, Progress in Retinal and Eye Research. Elsevier Ltd; 2023. 
  2. Kelly KR, Jost RM, De La Cruz A, Birch EE. Amblyopic children read more slowly than controls under natural, binocular reading conditions Presented at the 41st Annual Meeting of the American Association for Pediatric Ophthalmology and Strabismus, New Orleans, Louisiana, March 25-29, 2015. In: Journal of AAPOS. Mosby Inc.; 2015. p. 515–20. 
  3. Kelly KR, Jost RM, De La Cruz A, Dao L, Beauchamp CL, Stager D, et al. Slow reading in children with anisometropic amblyopia is associated with fixation instability and increased saccades. In: Journal of AAPOS. Mosby Inc.; 2017. p. 447-451.e1. 
  4. Kelly KR, Jost RM, Hudgins LA, Stager DR, Hunter JS, Beauchamp CL, et al. Slow Binocular Reading in Amblyopic Children Is a Fellow Eye Deficit. Optometry and Vision Science. 2023 Mar 1;100(3):194–200. 
  5. Gitsels LA, Cortina-Borja M, Rahi JS. Is amblyopia associated with school readiness and cognitive performance during early schooling? Findings from the Millennium Cohort Study. PLoS One. 2020 Jun 1;15(6). 
  6. Fernandes AG, Ferraz NN. The effects of amblyopia on children’s reading performance after patching treatment. Eur J Ophthalmol. 2022 Jan 1;32(1):575–9.
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