En estos últimos meses han surgido e intensificado algunas herramientas digitales que podrían fortalecer las estrategias de las empresas del sector óptico. Una de ellas son los códigos QR y aunque su uso estaba familiarizado con la conducción a enlaces, durante la pandemia se ha diversificado convirtiéndose en un canal de experiencias para el usuario.
Usos
Diversos sectores han añadido esta tecnología a sus procesos de contacto para evitar la interacción física con personas u objetos. Permitiendo que a través de códigos QR se pueda pagar y recibir dinero en un establecimiento de negocio. Generarlo es completamente gratis.
Otro de los usos que se ha difundido de esta herramienta, ha sido el menú electrónico. Existen programas que personalizan la carta (listado de productos) del establecimiento para que el cliente pueda verla desde su teléfono móvil. Esta opción se vale de un código QR, que el consumidor escanea y mediante el cual, además de visualizar la carta, puede hacer su pedido.
Experiencias
Existe también una alternativa para generar experiencias a través del QR, que trasciendan de la virtualidad. Por ejemplo, AMC Networks Internacional, un medio de comunicación, emprendió una campaña llamada: Hay un código en todo lo que te gusta; en la cual, a través de sus pantallas, publica un código QR que direcciona a contenidos de interés de sus marcas: AMC, El Gourmet, Más Chic, Film & Arts y Europa Europa.
De igual forma ofrece la opción de compra y comunicación mediante el código, de los productos y servicios de sus anunciantes. Lo que convierte a la pauta tradicional en una experiencia mucho más cercana.
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