Durante el año 2023 publicamos información que nos permite reconocer la inmensa oportunidad que tenemos de aportar a la sociedad, al mismo tiempo que experimentamos un crecimiento tanto en nuestro ejercicio profesional como en nuestros establecimientos. Lo que podría suceder en 2024 en nuestra profesión es algo maravilloso, solo necesitamos entender, para llevar a la práctica, lo que está sucediendo en la vida de la población mundial. Sigo impresionado con las oportunidades de crecimiento y de servicio que se nos presentan.
Por ejemplo, los estados emocionales pueden tener un impacto significativo en la salud visual y ocular. En el caso del estrés, que sufre más del 87 % de la población,1 se ha observado que está relacionado con la blefaritis, y como consecuencia esto aumenta la probabilidad de orzuelos y chalacios. Además, el estrés está relacionado con el ojo seco que, en diferentes regiones, hasta un 48 % de la población lo presenta. El estrés y la ansiedad también pueden incrementar la sensibilidad al dolor, provocando molestias desproporcionadas. Existen muchas otras condiciones relacionadas con los estados emocionales, como tics o espasmos, la coroidopatía central serosa, una de las enfermedades más graves asociadas al estrés, la presencia de amaurosis fugaz, la alteración de los movimientos sacádicos, por tanto, afecta la lectura, escritura y aprendizaje. Incluso, se ha evidenciado envejecimiento acelerado en el tejido retiniano joven, así con una influencia en la presencia de la miopía.1
Abordamos la influencia de la tecnología en las condiciones del sistema visual de la población, un tema fundamental para la comunidad salud visual. En la actualidad, millones de personas están cada vez más inmersas en el uso de dispositivos con pantallas, así como en la realidad virtual, la realidad aumentada, la realidad mixta, la inteligencia artificial y la tendencia decidida hacia un nuevo universo virtual, el Metaverso. Un artículo muy interesante publicado en esta edición llama la atención sobre lo que está sucediendo con el sistema visual.2 Entre otros, sus autoras abordan la “Enfermedad de la Realidad Virtual”, condición que desencadena una variedad de síntomas que van desde malestar general hasta fatiga visual, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, náuseas y vómitos. A su vez, surgen otros síntomas como palidez, sudoración, visión borrosa, dificultades en la focalización, somnolencia, desorientación y apatía. Estas manifestaciones se derivan, en parte, de la rapidez con la que el sistema visual humano se adapta a las bruscas alteraciones presentes en los entornos virtuales. Se plantea una disminución de la capacidad de atención del individuo, la posibilidad de distorsión en la percepción de la profundidad, por tanto, aumento del riesgo potencial de accidentes y caídas en el mundo real. En línea con este informe se reportan cambios en la convergencia y la acomodación, así como alteraciones en la desviación exofórica y la estereopsis después del uso de la RV. También, debido al cambio de frecuencia de parpadeo se habla de la posibilidad de queratitis y de ojo seco.
Si unimos estas dos condiciones, emocionales y uso de la tecnología, como sucede en la vida cotidiana, bajo la evidencia, podemos concluir que la mayoría de las personas de la población nos necesita con urgencia.
Además, temas como la práctica de deportes, las actividades al aire libre, la longevidad y el impacto de estas condiciones en el sistema visual fueron abordados, entre otros, con el objetivo de llamar la atención sobre la importancia de terapias, entrenamiento visual, exámenes complementarios y otros aspectos relevantes. Profundizamos sobre la gran oportunidad que existe en la adaptación de lentes de contacto en todo tipo de condiciones, sobre la adaptación de lentes oftálmicos con diseños digitales, filtros y tratamientos especiales. Propuestas que resultan útiles para el desempeño de la población y para el crecimiento de nuestra profesión.
En esta época en la que sentimos con más fuerza la esperanza de mejores tiempos, en la que deseamos los mejores regalos y esperamos un nuevo año lleno de abundancia, salud y alegría, nuestro mejor regalo e ilusión es esta oportunidad de trabajo, que es real, tangible y constante. Nuestra labor pasa de ser interesante a fundamental en la vida de la población, cobrará tanta importancia como cada uno, desde su lugar de trabajo, esté dispuesto a otorgarle.
Por eso, en esta Navidad, deseo que la paz y la tranquilidad de la temporada le brinden la posibilidad de concederse el regalo de reflexionar con calma sobre las grandes oportunidades que le ofrecen sus conocimientos y trabajo. Además, deseo que en el 2024 pueda poner en práctica las conclusiones de su análisis de oportunidades.
Espero que los mejores regalos provengan de su propio ser y que el 2024 sea la proyección de sus pensamientos y aspiraciones.
Referencias
1. Oviedo J (2023). El estrés y la salud visual. Franja Visual, 32(188), 8-9. 2. Vásquez S., Sastre C., Jiménez I (2023) Metaverso Riesgo Emergente y Reto en la Salud Visual Laboral. Franja Visual, 33(193), 102-105.