La emergencia sanitaria nos ha llevado a revisar alternativas que antes no considerábamos viables, a generar cambios importantes; y nos ha traído desafíos donde hemos aprendido a tomar decisiones de forma rápida.
En una de las notas editoriales del 2020, se presentaba parte de las dificultades que ya vivían las personas con discapacidad visual, las cuales se hacían más fuertes en tiempo de emergencia sanitaria en términos de acceso al sistema de salud, a la educación, al ámbito laboral y, sumado a esto, la dificultad para acceder a la información debido entre otros aspectos a la deficiente conectividad en algunas regiones, el acceso limitado a las tecnologías, a la falta de accesibilidad en las plataformas de información y en otras ocasiones a la falta de ajustes razonables o adaptación de medidas para el desarrollo de actividades académicas o laborales desde la vivienda de cada persona.
Es por esto que, el aprendizaje en tiempos de emergencia sanitaria se ha dado con mayor importancia en la producción de información relacionada con salud, educación y aspectos laborales en formatos accesibles, en formatos audibles e incluso en descripción braille. De igual forma, las instituciones de salud, educación y empresas, cada vez más, han buscado asesorarse de las entidades que, dada su trayectoria y experiencia en atención de las personas con discapacidad visual, pueden brindarle las mejores estrategias para lograr una comunicación asertiva y así mismo promover su participación activa.
Por otra parte, ha sido un tiempo donde se ha necesitado que tanto instituciones educativas como laborales ejecuten acciones más allá de la preparación, para el uso de un software especializado en el desempeño en cada ámbito; se ha requerido entonces crear entornos y planes integrales de ajustes razonables favoreciendo una educación inclusiva y también una inclusión laboral implicando compromiso y preparación de todos los actores involucrados.
Adicional a esto, se han fortalecido los programas de salud mental dada la ansiedad, pensamientos de incertidumbre y tristeza que puede generar el aislamiento, de manera que se pueda trabajar en el equilibrio emocional.
Finalmente, la emergencia sanitaria nos ha llevado a reflexionar sobre el cuidado que también se requiere en la atención de las comorbilidades de las personas con discapacidad visual, la importancia de retomar los controles médicos y cumplir con los tratamientos.
La emergencia sanitaria ha sido un tiempo complejo con impacto desde lo social, lo económico y la salud mental; por esto aún en momento de retos se debe continuar haciendo esfuerzos para dar atención en salud visual a las personas que viven en áreas rurales, personas con bajos ingresos y minorías étnicas; es un tiempo donde se debe hacer un llamado a retomar planes, programas y proyectos orientados a la promoción de la salud visual, prevención de la enfermedad y por supuesto a fortalecer la rehabilitación integral de las personas con discapacidad visual.
SE DEBE CONTINUAR HACIENDO ESFUERZOS PARA DAR ATENCIÓN EN SALUD VISUAL A LAS PERSONAS QUE VIVEN EN ÁREAS RURALES, CON BAJOS INGRESOS Y MINORÍAS ÉTNICAS