La miopía patológica se considera un error refractivo mayor de 6 D y una longitud axial mayor de 26 mm. La miopía se corrige con anteojos, lentes de contacto o, en algunos casos, con cirugía.

La academia dijo en un comunicado que si no se hace nada, se estima que casi la mitad de la población mundial será miope para 2050. Más personas con anteojos no es la preocupación, es la cantidad de personas con miopía severa o “alta” lo que que está haciendo sonar la alarma, según la academia.

Los cambios degenerativos maculares ocurren con frecuencia en pacientes con miopía. La miopía alta aumenta el riesgo de enfermedades oculares que amenazan la visión, como desprendimiento de retina, glaucoma, cataratas tempranas y maculopatía miópica, una de las principales causas de ceguera en todo el mundo.

Richard L. Abbott, MD, líder del Grupo de Trabajo sobre Miopía de la academia, señaló que la miopía debe ser un enfoque de los líderes en el cuidado de la visión.

“Los niños que desarrollan miopía a una edad temprana y progresan a una miopía alta enfrentan un futuro incierto”, dijo en un comunicado. “Tienen un 50 por ciento más de riesgo de glaucoma, un 17 por ciento más de probabilidades de necesitar cirugía de cataratas y un riesgo 6 veces mayor de desprendimiento de retina y desgarros de retina”.

El momento de intervenir es en la infancia. Según la academia, un estudio de un programa escolar en Taiwán que alentaba a los niños a pasar 11 horas a la semana al aire libre mostró que la luz solar puede disminuir la progresión de la miopía. Recetar a los niños gotas de atropina para los ojos en dosis bajas o lentes de contacto especiales también está ayudando a retrasar la progresión de la enfermedad.

Según la academia, tanto la genética como los factores ambientales juegan un papel clave en la miopía. Pero el reciente y espectacular repunte de los casos parece estar impulsado por factores ambientales, ya que las personas pasan menos tiempo al aire libre y más tiempo en actividades cercanas en el trabajo, frente a las pantallas y la lectura.

A medida que el coronavirus hace que los niños permanezcan en el interior de sus hogares y pasan aún más tiempo en línea para asistir a la escuela virtual, existe una creciente preocupación entre la comunidad de la salud ocular de que la pandemia acelerará la epidemia de miopía.

Se debe instruir a los padres para que se aseguren de limitar el tiempo de pantalla en los computadores u otros dispositivos digitales. También, es importante que los niños salgan al aire libre de manera segura. Con un equilibrio adecuado entre el tiempo frente a la pantalla y las actividades al aire libre, la miopía de un niño puede limitarse y proteger su visión a medida que crece.

Si bien esta no es la primera campaña de concientización sobre la miopía, es el primer esfuerzo para coordinar una iniciativa de salud global para difundir la educación y fomentar la colaboración para mejorar los tratamientos.

Dirigido por los Dres. Abbott y Tan, el Grupo de trabajo sobre miopía incluye expertos reconocidos en la prevención y el tratamiento de la miopía, expertos en salud pública de todo el mundo y representantes de organizaciones de la Academia Americana de Médicos de Familia, la Academia Americana de Optometría y la Academia Americana de Pediatría.

El Grupo de Trabajo ha formulado un plan de acción para abordar el problema desde diferentes perspectivas. Esto incluye:

• Educar a la comunidad de atención en salud, a los responsables de las políticas públicas y al público sobre la carga de salud pública que impone la miopía

• Promover la miopía como un importante problema de salud pública tanto a nivel nacional como internacional.

• Trabajar con las organizaciones de médicos pediátricos y de familia para fomentar el valor del tiempo al aire libre para los niños y fomentar el diagnóstico temprano de los niños.