La visión periférica permite al ser humano visualizar casi 180 grados de lo que le rodea. Este tipo de visión permite localizar, reconocer y responder en las distintas áreas del campo visual alrededor del objeto sobre el cual se fija la atención. El funcionamiento de la visión periférica depende de la integridad de las vías ópticas, que van desde la fóvea y el nervio óptico hasta el centro de la visión, localizado en la corteza cerebral occipital.

Relación entre la visión periférica y el desempeño deportivo:

● Gracias a la visión periférica, el deportista tiene la capacidad de interactuar con el resto del equipo de manera eficiente. Actividades como dar un pase, esquivar, saltar o patear la pelota con dirección al sitio deseado son posibles gracias a la visión periférica, que colabora para que esas acciones se lleven a cabo con precisión.

● Como cualquier otra parte del cuerpo ligada al desarrollo deportivo, la visión periférica puede mejorar con el entrenamiento. Unos ejercicios sencillos son realizar pases de pelota mirando a un punto fijo dentro de un círculo de jugadores. Caminar por una línea recta mirando al frente y tratando de identificar imágenes a los lados de las líneas.

● En el fútbol, la visión periférica permite que el deportista aumente su campo visual, lo que incrementa su habilidad de captar, reconocer y responder rápidamente a los movimientos alrededor de un objeto sobre el que se fija la atención. También, es importante para el equilibrio, orientación y seguridad del jugador durante sus movimientos.

● Además del fútbol y el baloncesto, la visión periférica juega un papel trascendental en deportes como el ajedrez, pues en este caso tener una visión completa del tablero es fundamental para la estrategia del jugador.

Cómo cuidar la visión periférica:

● Es posible perder la visión periférica. No existen síntomas que indiquen que esto está sucediendo. Cuando esto se presenta es posible que el individuo se golpee con objetos que están a su alrededor, como los marcos de la puerta, por ejemplo.

● A partir de los 3 años, los oftalmólogos ya pueden evaluar la visión periférica de una persona. En los niños se valora a través de la observación de sus movimientos mientras corre o juega. En los adultos, se evalúa a través de la realización de un estudio de campo visual y un test de confrontación.

● Para evitar sorpresas, es necesario que los deportistas acudan al oftalmólogo al menos una vez por año. ● La aplicación de lágrimas artificiales de manera frecuente es otra de las medidas que los deportistas deben considerar para cuidar el buen estado de su visión periférica.

Imagen tomada de: http://www.asocoldep.edu.co/wp-content/uploads/2018/07/futbol.jpg

Open chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte ?